Pasaron siete años encarcelados durante la presidencia de George W. Bush y otros ocho con Barack Obama. En sus celdas de Guantánamo, cinco acusados por los ataques a las Torres Gemelas del 11 de setiembre de 2001 siguen sin ser juzgados.
Los acusados, entre los cuales se encuentra Jalid Sheij Mohamed, considerado el cerebro de los atentados, se enfrentan el miércoles a la justicia militar estadounidense para una nueva serie de audiencias en el marco de la preparación del juicio.
Esta odisea legal despierta cierto interés tras la llegada al poder de Donald Trump, quien dijo que no dudaría en enviar nuevos prisioneros a Guantánamo y que no veía inconvenientes en que fueran juzgados.
Nadie puede, sin embargo, prever la fecha del juicio de estos acusados, en lo que se convirtió en uno de los procedimientos más complejos de la historia judicial estadounidense.
"Estamos más determinados que nunca a presentar a estas personas delante de la justicia, y lo haremos, cualquiera sea el tiempo con conlleve", declaró el general Mark Martins, quien dirige el equipo de la fiscalía, en la víspera de las audiencias.
El general estima que el jurado que decidirá el destino de los cinco hombres podría empezar a ser seleccionado dentro de poco más de un año, en marzo de 2018.
La defensa de los acusados, que se arriesgan a la pena de muerte, habla de 2020 como fecha más realista.
Los cinco hombres están detenidos desde hace 15 años e inculpados desde hace nueve.