Noticias

Los romanos de San Juan que tocan de oído

La penitencia y tradición hace que un grupo de jóvenes, donde también hay niños, esté dispuesto a colocarse un apretado casco y a caminar con calzado que calienta las plantas de los pies. Se trata del escuadrón romanos de San Juan Sacatepéquez.

En el segundo domingo de cuaresma el grupo participó por invitación en el cortejo procesional de Jesús Nazareno de Santa Inés, La Antigua Guatemala.

Pablo Patzán, uno de sus coordinadores, sale por unos minutos de su papel de romano para conversar con Publinews acerca del tiempo que tienen de encabezar cortejos procesionales así como de sus integrantes.

Publicidad

Escuadrón de romanos de San Juan Sacatepéquez. Foto: Juan Carlos Ramírez

La iniciativa de los romanos de San Juan Sacatepéquez se remonta a unos 20 años, pero es en los últimos 12 que los jóvenes decidieron retomar con más empuje la tradición.

Una parte del grupo va de cerca del anda con el Nazareno y adelante, donde va Pablo, hay otros romanos con redoblantes, tambores y trompetas para abrirle paso a los cucuruchos con su fanfarria.

Ninguno de los romanos de San Juan Sacatepéquez ha estudiado música formalmente. Todos tocan de oído. Pablo cuenta que hay notas que algunos amigos suyos, quienes son músicos, se las han compartido, ya que está fuera del alcance de sus bolsillos pagar con una melodía exclusiva.

Escuadrón de romanos de San Juan Sacatepéquez. Foto: Juan Carlos Ramírez

Eso no ha sido limitante para los jóvenes entusiastas a quienes no les importa tener que pedir prestado algunos instrumentos de percusión para cumplir el deseo de su corazón: acompañar a Jesús Nazareno y al Señor Sepultado.

En el caso de las trompetas, asegura que sí las han logrado comprar. Cada una cuesta unos 1 mil 200 quetzales. Son más caras las de marcas reconocidas, explica.

Escuadrón de romanos de San Juan Sacatepéquez. Foto: Juan Carlos Ramírez

Esta es la primera vez que salen de San Juan Sacatepéquez. En medio de las filas de hombres vestido de morado penitente y de nubes de humo de incienso llama la atención un romano que destaca por su tamaño y seriedad. Se trata de William Chajón.

El Niño tiene 12 años y 1 de pertenecer al grupo. Asegura que quiso ser parte de la fanfarria cuando vio vestido así a su padre, quien pertenece al escuadrón de otro lugar.

Publicidad

Escuadrón de romanos de San Juan Sacatepéquez. Foto: Juan Carlos Ramírez

William está en quinto de primaria. Asegura que en la escuela aprendió a tocar el redoblante y logró integrar la banda.

Es habilidad le abrió las puertas para ser parte del escuadrón, a sabiendas que en cada presentación terminará exhausto por lo largo de recorrido de las procesiones, donde en las primeras horas, tiene que soportar el abrazador sol.

Escuadrón de romanos de San Juan Sacatepéquez. Foto: Juan Carlos Ramírez

Publicidad

Pablo confiesa que llevar el casco y la pechera es de las cosas, junto a caminar, que provoca más desgaste a quienes se visten de romano. Por eso, en recorrido como al que fueron invitados en la Antigua, que es de 10 horas, no se atreven a traer a los más pequeños del grupo, quienes tiene de 5 a 8 años.

Previo a la Cuaresma, los romanos de San Juan Sacatepéquez ensayan, buscan sus instrumentos, limpian sus uniformes y preparan su fe para mantenerse firmes, serios, en orden, abriendo el paso con su música y mantener así una tradición más en Guatemala.

Lo Último