A 40 días de las elecciones en Francia, el candidato conservador François Fillon, imputado por desvío de fondos públicos, proclamó este miércoles su inocencia y denunció una "instrumentalización" de la justicia.
Fillon, hasta hace poco el gran favorito para el Elíseo, fue imputado el martes por desvío de fondos públicos y apropiación indebida de bienes sociales por el caso de los presuntos empleos ficticios de su esposa e hijos como asistentes parlamentarios.
La oficina francesa anticorrupción sospecha que la esposa del candidato, Penelope Fillon, y dos de sus hijos, Marie y Charles, cobraron en total cerca de un millón de euros de fondos públicos sin desempeñar a cambio un trabajo real.
El ex primer ministro, que asegura que no hizo nada ilegal, volvió a denunciar una "instrumentalización de la justicia" para impedir que sea candidato a las elecciones presidenciales, a dos vueltas, del 23 de abril y del 7 de mayo.
En una entrevista en Radio Classique dijo estar "convencido" de que la justicia reconocerá su inocencia.
"He decidido resistir", reiteró Fillon, que había prometido retirarse de la carrera presidencial si resultaba imputado, antes de retractarse, denunciando ser víctima de un "asesinato político".
Fillon se aferra a su candidatura pese a múltiples deserciones en su entorno y a una caída en las encuestas electorales, que pronostican que no pasaría la primera vuelta.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, y el socioliberal Emmanuel Macron, el rostro nuevo de la política francesa y de apenas 39 años, son los candidatos con más probabilidades de pasar a la segunda ronda de las presidenciales, las más impredecibles de la historia reciente francesa.