Una pareja holandesa transplantó un "pedazo" de su país a su nueva nación de residencia.
Edwin Koeman y Nitsuje Wolanios se mudaron a Cornaredo, Italia, en noviembre y desde entonces decidieron plantar estas flores.
Se trata de un campo de tulipanes, que se ubica en las afueras de Milán y que recién floreció.
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El campo de una hectárea tiene 183 variedades de tulipanes rojos, púrpuras y amarillos. Cada uno recoge los que le gustan y paga tres euros por cada dos, pero muchos optan por llevarse muchos más.
La temporada es breve, apenas dos o tres semanas.
Un motivo de felicidad
Su objetivo, dijo Koeman, es "crear el lugar más feliz posible".
Añadió que el año próximo plantará distintas variedades que florecen en épocas diferentes para prolongar la temporada de recolección.
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