A dos semanas exactas de una muy incierta primera vuelta de la elección presidencial francesa, el candidato Jean-Luc Mélenchon y el de la derecha, François Fillon, celebraron este domingo grandes mítines con la esperanza de llegar a la segunda vuelta.
Según las últimas encuestas, el centrista proeuropeo Emmanuel Macron y la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, antinmigración y antieuro, se calificarían el 23 de abril para la segunda vuelta, el 7 de mayo, pues lideran los sondeos con 23 % de intención de votos cada uno.
Ambos están sin embargo en ligera caída en las encuestas, a diferencia de Luc Mélenchon, apoyado por los comunistas, que registra una espectacular progresión en los últimos días. Ello le permite emparejarse con Fillon en torno al 19 % de la intención de voto en la primera vuelta.
"La irrupción de Jean-Luc Mélenchon" en el pelotón de cabeza "altera todos los pronósticos y genera dudas entre los favoritos. ¿Y si el sprint final de la primera vuelta se disputara entre cuatro?", se pregunta este domingo el semanario francés L'Obs.
Mélenchon, de 65 años, que aboga por la ruptura con los tratados de la Europa "liberal", saludó este domingo este "nuevo entusiasmo" en torno a su campaña ante una muchedumbre de miles de personas congregadas al aire libre ante el puerto de Marsella (sur).
Por su parte, Fillon, afectado por un escándalo de presuntos empleos ficticios que le ha hecho perder la condición de gran favorito, congregó este domingo a miles de fieles en París.
Fillon, adalid de las reformas liberales, intenta removilizar a sus electores y mostrar la unidad de la derecha, que estuvo al borde de la implosión tras conocerse los escándalos que empañan su campaña.
Tanto Fillon como Mélenchon intentan llegar a la segunda vuelta y desmentir así los sondeos.
Entretanto, el número de indecisos en Francia nunca ha sido tan elevado como ahora, a pocos días de los comicios. Uno de cada tres franceses no ha decidido aún por quién votará, o puede aún cambiar de voto.
Esa indecisión récord complica el trabajo de los institutos de sondeos, bajo la lupa tras la incapacidad de sus homólogos anglosajones de anticipar el voto por Donald Trump en Estados Unidos y a favor del Brexit en Reino Unido.