El juez Carlos Ruano se encuentra rindiendo testimonio este viernes en el Juzgado Octavo Penal, en donde se lleva a cabo una audiencia de anticipo de prueba sobre el caso de Blanca Stalling, magistrada separada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), sindicada de tráfico de influencias.
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El juzgador fue interrogado por fiscales del Ministerio Público, representantes de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y los abogados defensores de Stalling.
El togado expuso que fue citado por la magistrada y que se reunió con ella en su despacho por entre 30 y 32 minutos.
Ruano indicó que Stalling le agradeció por llegar y le dijo que le quería hablar sobre el proceso que él iba a conocer el día siguiente, 2 de septiembre de 2016, el cual según explicó, era una audiencia de revisión de medidas de coerción relacionada con el caso IGSS-Pisa.
De acuerdo con Ruano, lo mencionado por Stalling iba enfocado a hacerle requerimientos para que influyera en el Tribunal a cargo del proceso referido, con el objetivo de concederle medida sustitutiva a su hijo Otto Fernando Molina Stalling, quien es uno de los sindicados.
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El testigo señaló que no se negó a acudir a la reunión porque quien lo citó fue una magistrada de la CSJ. Añadió que hizo la grabación de la conversación para que quedara constancia de que él no solicitó el encuentro.
Dijo también que no estuvo dispuesto a comprometer su trabajo, a ejercer influencias en sus compañeros del Tribunal ni tampoco a recibir nada a cambio de ello.
Stalling le solicitó al juez a cargo del proceso que le permitiera interrogar a Ruano, y pese a que el MP y la CICIG se opusieron a la solicitud, se le permitió plantearle algunas preguntas.
El juez Ruano concluyó su declaración de anticipo de prueba poco después del mediodía, y la audiencia continúo con el testimonio de Rony López, secretario de la CSJ.