La aldea Toninchún, en Tajumulco fue el primer objetivo de la unidad antidrogas de la Policía Nacional Civil (PNC) para comenzar con la erradicación de amapola.
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El presidente Jimmy Morales dijo el jueves que en ambos municipios hay unas 5 millones de plantas de esa flor que es la base para la elaboración de heroína, droga que tiene un precio más alto que la cocaína.
Para que los agentes antidrogas de la Policía ingresaran a los terrenos con amapola de esa comunidad recibieron antes el apoyo del Ejército. Los soldados ingresaron con sus galiles en la mano y a bordo de picop y vehículos blindados.
Los vecinos del lugar solo observaban. Algunos subieron a la terraza de sus casas para ver cómo con machetes y palos los policías destruían su siembra de amapola.
Noé Sánchez no tuvo temor de hablar acerca de la actividad a la que se dedica. Comienza con explicar que no puede ocultar nada, ya que la amapola está a la vista. Mientras da su versión pasan agentes vestidos de negro, con chalecos y cascos blindados, en busca de la próxima cuerda con ese tipo de siembra.
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Sánchez asegura que quienes cultivan amapola no se vuelven millonarios. Cuando se le insiste en el tema de las ganancias responde, agitando los brazos, que solo sirve para cubrir los gastos y “para los frijoles”.
Los terrenos de Noé no son solo de amapola. También siembra papa y haba. Una mujer se acerca con una canasto roto de plástico con la intención de recoger las semillas de la planta.
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Ella relata que en cuestión de días sembrará las semillas y solo tendrá que esperar unos dos meses para que las plantas crezcan de nuevo. El estado de Sitio tiene una duración de 30 días, aunque los diputados del Congreso de la República lo pueden ampliar.
“Eso es un mercado libre, es normal tener y negociar con eso en este territorio”, enfatiza Noé y agrega: “está por todos lados”.
A diferencia de campos de cultivo en otras partes del país, frente a los terrenos de Noé hay una casa de dos niveles, donde él vive. En el primer piso están estacionados dos vehículos en buenas condiciones.
Considera que las personas siembran papa y amapola porque en San Marcos es muy común el cultivo del tubérculo, a tal punto de que puede “sobrecargarse” el mercado, explica.