Durante su programa de televisión semanal, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que "el gobierno fascista está cayendo; gobierno corrupto de mafias (…). Le salieron grabaciones (a Michel Temer) pidiendo millones de dólares a los empresarios, lo que llaman coimas, sobornos".
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El gobierno de Temer se tambalea desde la aprobación de una investigación por presunta obstrucción a la operación anticorrupción Lava Jato, después de que se desvelara una grabación en la cual presuntamente daba aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, preso por corrupción.
Las acusaciones se basan en delaciones premiadas de los ejecutivos del gigante mundial de la alimentación JBS, entre ellos sus dueños Joesley y Wesley Bastista.
El presidente brasileño aduce que las acusaciones en su contra se basan en "una grabación clandestina manipulada y adulterada con objetivos claramente subterráneos".
"Seguiré al frente del gobierno", aseveró Temer, en respuesta a los pedidos de renuncia desde su propia base aliada.
"Pareciera que el poder económico ha decidido salir de Michel Temer porque ya cumplió su papel de sicario político (…) Son presidentes sicarios, los ponen un año a que hagan el trabajo sucio y después los sacan (…). Pero en Brasil hay un pueblo en la calle que va a determinar su propio destino".
Pero la operación Lava Jato también ha salpicado a Maduro, quien según la prensa brasileña pagó 11 millones de dólares "por fuera" de la ley a la pareja de publicistas Joao Santana y Monica Moura, ambos detenidos dentro de la investigación, para la campaña de reelección de su antecesor, Hugo Chávez en 2012, confesó Moura.