En un anuncio sorpresivo, el papa Francisco designó el domingo a cinco cardenales nuevos para España, El Salvador y otros tres países donde los católicos son minoría: Laos, Mali y Suecia.
PUBLICIDAD
“Su origen, de diferentes partes del mundo, manifiesta la universalidad de la Iglesia extendida por toda la Tierra”, dijo el pontífice hablando desde la ventana del Palacio Apostólico a miles de fieles en la Plaza de San Pedro.
Los nuevos cardenales son monseñor Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, España; monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar en San Salvador, El Salvador; monseñor Louis-Marie Ling Mangkhanekhoun, vicario apostólico de Pakse, Laos; monseñor Jean Zerbo, arzobispo de Bamako, Mali; y monseñor Anders Arborelius, obispo de Estocolmo.
Los eclesiásticos serán instalados formalmente como cardenales durante una ceremonia en el Vaticano el 28 de junio. Entonces, los nuevos “príncipes de la iglesia”, como se les conoce a los prelados de élite y solideo rojo que elige el papa, celebrarán una misa junto con el pontífice al día siguiente, en la fiesta de San Pedro y San Pablo, una importante celebración en el Vaticano.
Desde que fue elegido pontífice en 2013, Francisco ha visitado a fieles en lugares donde los católicos son minoría, además de que ha buscado mejorar las relaciones entre iglesias y creyentes de diferentes fes.
Su breve peregrinación el año pasado a Suecia, donde los luteranos son la mayoría cristiana, fue vista por algunos como clave para ayudar a mejorar las relaciones entre las dos iglesias. Estando ahí, acompañó a líderes luteranos en una conmemoración común por la Reforma Protestante que dividió a Europa hace cinco siglos.
Arborelius, de 67 años, se convirtió al catolicismo cuando tenía 20. En 1998, cuando fue consagrado obispo en la catedral católica de Estocolmo, se convirtió en el primer obispo católico sueco desde los tiempos de la reforma.
PUBLICIDAD
En Mali, un país lastimado por el extremismo islámico, los musulmanes son la mayoría religiosa predominante.
El historial clerical de Zerbo, de 73 años, lo revela como un hombre de la iglesia que ha trabajado por la paz y la reconciliación de la sociedad.
En Laos, la comunidad católica ha sufrido para salir adelante. Aquí, Mangkhanekhoun, de 73 años, fue ordenado obispo en 1972 y el Vaticano lo ha reconocido por su trabajo de fe en poblados montañosos.