El presidente Vladimir Putin denunció "la rusofobia contraproducente" y aseguró que esta "no durará eternamente", en un discurso ante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.
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Esta "rusofobia" está relacionada con la emergencia de un mundo multipolar, según el presidente ruso, propiciado en particular por los esfuerzos de Rusia, que disgusta a algunos, que imponen a Moscú "restricciones económicas, cuyo efecto es absolutamente nulo".
El presidente ruso también abordó las acusaciones contra Rusia por supuestamente haber intentado influir en comicios, sobre todo en Estados Unidos y en Francia.
"Estoy convencido de que ningún pirata informático puede influir en el resultado final de las elecciones en un país".
"Los piratas informáticos pueden surgir en cualquier país. Si tienen vena patriótica aportarán su contribución a lo que beneficie a Rusia", añadió.
"No apoyamos este tipo de operaciones a nivel del Estado y no tenemos la intención de hacerlo en el futuro. Al contrario, lo combatimos".