En un aparente nuevo desafío a la comunidad internacional, Corea del Norte lanzó este jueves una andanada de misiles desde su costa este.
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"Corea del Norte disparó esta mañana desde las inmediaciones de Wonsan, provincia de Gangwon, varios proyectiles no identificados que se presume eran misiles de crucero tierra-mar", indicó el ministerio de Defensa de Corea del Sur.
El ministerio agregó que los misiles de corto alcance volaron unos 200 kilómetros a una altitud de unos dos kilómetros antes de caer al mar de Japón.
En Tokio, el canciller Fumio Kishida dijo que su país "nunca va a tolerar este tipo de provocaciones", antes de precisar que los misiles no cayeron en territorio de Japón ni constituyeron una amenaza para su seguridad.
La andanada "estaba destinada a exhibir su variedad de misiles y la precisión de la capacidad de fuego antibuques", indicó a la AFP el analista Lee Il-Woo del Korea Defence Network, precisando que se trata de misiles que por ser "mucho más lentos que los balísticos, pueden ser derribados por la defensa antiaérea".
Se trató de la quinta prueba de misiles por el régimen comunista en las últimas semanas en desafío a las sanciones de la ONU y las amenazas de Estados Unidos de una posible respuesta militar, así como desde la llegada al poder a principios de mayo del nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-In.
"Lo único que ganará Corea del Norte con estas provocaciones es el aislamiento de la escena internacional y dificultades económicas", declaró Moon, citado por su portavoz.
Seúl "no dará ningún paso atrás ni compromiso sobre el tema de la seguridad de la nación y del pueblo", agregó el presidente que se había declarado favorable a una forma de diálogo con el Norte.
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El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el viernes pasado una resolución propuesta por Estados Unidos que impuso nuevas sanciones contra responsables y entidades norcoreanas.
En lo que va del año, Pyongyang realizó dos pruebas atómicas y decenas de lanzamientos de misiles.
El mes pasado, Corea del Norte había probado su misil balístico de mayor alcance, en su intento por desarrollar uno capaz de impactar con una ojiva nuclear el territorio continental de Estados Unidos, algo que según advirtió el presidente norteamericano Donald Trump "no sucederá".