Un día después de los atentados ocurridos en la capital iraní, el presidente Donald Trump desató la polémica al lanzar un duro mensaje al gobierno de Teherán.
"Subrayamos que los Estados que apoyan al terrorismo se arriesgan a convertirse en víctimas del mal que promueven", afirmó Trump en un breve comunicado, en el que destaca ademas que reza por las "víctimas inocentes" de los ataques reivindicados por el grupo Estado Islámico EI).
El ministro de relación Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, dijo luego en Twitter dijo que "el comunicado de la Casa Blanca es repugnante".
En una primera reacción oficial, el presidente iraní, Hasan Rohani, instó a la "unidad y a la cooperación regional e internacional" contra el "terrorismo".
Rohani no citó directamente a Arabia Saudita y Estados Unidos, como sí lo hicieron los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní, que denunció la "implicación" de estos dos países en los atentados.
El tono de Trump se contradice con las "condolencias" y "pensamientos" más atenuados transmitidos más temprano en la jornada por la diplomacia estadounidense.
"La depravación del terrorismo no tiene lugar en un mundo pacífico y civilizado", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert en un comunicado.
Estados Unidos e Irán mantienen cortadas sus relaciones diplomáticas. El acercamiento iniciado por el expresidente Barack Obama, signatario de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, fue congelado luego de la asunción de Trump a la Casa Blanca, quien impuso nuevas sanciones.