El presidente Nicolás Maduro aseguró que Venezuela, si su gobierno llegase a ser derrocado, dejaría como "niño de pecho" a Irak y Libia.
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"Escuche, presidente Donald Trump, es con usted (…). Si llegaran a destruir Venezuela estas fuerzas de violencia, odio y muerte, el Mar Mediterráneo sería un niño de pecho al lado del Mar Caribe, con miles y millones de caribeños rumbo a Estados Unidos. Nada ni nadie podría detenerlos (…) ¡Tendría que construir 20 muros en el mar!".
"Usted tiene la palabra, usted tiene la responsabilidad, detenga la locura de la derecha venezolana", agregó Maduro, durante el acto de juramentación de candidatos del oficialismo a la Asamblea Constituyente que promueve.
En medio de una oleada de protestas marcada por disturbios que dejan 76 muertos en casi tres meses, según la fiscalía, Maduro acusó este fin de semana a la oposición de urdir un "plan" para generar "hechos de violencia" y abrir la puerta a un golpe que acabaría con la llegada de "flotas y tropas gringas" al país petrolero. Hay, según dijo, cinco detenidos.
"Si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate (…) y lo que no se pudo con los votos, lo tomaríamos con las armas".
Fotos: AFP
Pese a las advertencias, Maduro dijo estar dispuesto a sostener "relaciones de respeto" con Donald Trump y estar listo para conversar.
El llamado del presidente a una Constituyente ha profundizado la crisis política.
La iniciativa es calificada por la oposición como un "fraude" para instaurar una "dictadura" y, a la vez, amplía las brechas en el oficialismo abiertas por personajes como la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, confesa chavista enfrentada a Maduro y ese proyecto.