El cardenal hondureño Oscar Rodríguez lamentó este domingo en una homilía que en Estados Unidos se vea a los inmigrantes como enemigos que hay que deportar.
"¿Cuánto rechazo (hay) hoy día a los migrantes? No solo aquellos de los países del Medio Oriente que están sufriendo tanto, pero aún a nuestros compatriotas" en Estados Unidos, subrayó.
En Estados Unidos viven más de un millón de hondureños, la mayoría indocumentados. La administración del presidente Donald Trump amenaza con deportarlos.
El gobierno de Juan Orlando Hernández gestiona una ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) que concede permisos de trabajo a cerca de 60.000 hondureños que gozan de ese beneficio desde 1999 después del azote del mortífero huracán Mitch al país centroamericano.
La última ampliación de 18 meses vence en enero de 2018 pero luego de una prórroga de solo seis meses para los haitianos los analistas de temas migratorios temen que a los hondureños les ocurra lo mismo y tengan que regresar a su país sin que haya condiciones de ofrecerles una vida digna.
A través de las remesas que envían a su país, los inmigrantes hondureños aportan cerca el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según los últimos datos oficiales.