Este miércoles, el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), dieron a conocer sobre la supuesta red criminal orquestada por Alejandro Sinibaldi Aparicio, para desfalcar las arcas del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (Micivi).
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Para ello, Iván Velásquez explicó que el exministro creó varias empresas de cartón, como Constructora Benelli, Agropecuaria Agua Azul y Agropecuaria El Florido, las cuales eran comandadas por personas de confianza de Sinibaldi, incluido su contador Douglas Paredes, así como algunos familiares y hasta su esposa, María José Saravia, con la empresa "Inversiones MJS", creada en Nicaragua para desviar fondos desde Guatemala.
Sin embargo, también habría utilizado a gente "humilde" o de condiciones económicas inferiores a sus otros socios, tal como se diera a entender en la conferencia de prensa de hoy.
Un contador y un albañil, representante legal de una empresa y firmante de cheques de otra, respectivamente, habrían sido parte de esta estructura criminal que tenía como finalidad el desvío de fondos del MICIVI para intereses personales de Sinibaldi, entre ellos, el financiamiento de su campaña política.
Testaferros
Foto: CICIG
Juan Ángel Ralón Archila, ex auxiliar de contabilidad de la empresa ARQCO, fungió como representante legal de Benelli, S.A., a petición de su jefe de entonces, Ángel Ramírez.
Tuvo que abrir una cuenta de cheques y firmó varios de estos en blanco. Indicó que los dueños de la empresa eran Alejandro y Álvaro Sinibaldi Aparicio.
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Por su parte, Henry Aroldo López Vásquez, laboró como albañil en la empresa Imágenes Urbanas, S.A., entre el 2007 y 2013, y recibió instrucciones de su jefe, Eusebio Merlos, para firmar varios cheques. Según manifestó a las autoridades, tuvo que hacerlo para conservar su empleo.