Uno de los detenidos por el caso del asesinato de dos niños ocurrido en febrero de este año confesó que mató a los pequeños.
El hombre aseguró que fue contratado por “el David” y afirmó que les dio muerte porque “no le quedaba de otra”, pues sino lo matarían a él.
This browser does not support the video element.
Asimismo, el capturado dijo que desconoce en qué situación está su familia, la cual reside en San Juan Sacatepéquez.
La Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio Público (MP) realizaron hoy el operativo “Angelus”, por medio del cual se logró la captura de Francisco Baten Soc, de 36 años; Juan Pedro Mejía y María del Rosario Patzan, ambos de 32 años.
En total se llevaron a cabo ocho allanamientos en los departamentos de Guatemala, Quiché y Chimaltenango.
Iban a la escuela
Los menores, de 9 y 11 años de edad, fueron secuestrados el 10 de febrero y sus cuerpos sin vida fueron abandonados dos días después en el kilómetro 33 de la ruta que conduce de San Juan Sacatepéquez hacia San Raymundo.
Según investigaciones de la PNC y el MP, los niños se dirigían a pie hacia la escuela cuando fueron interceptados por individuos, quienes los trasladaron con rumbo desconocido a bordo de un vehículo.
Las fuerzas de seguridad constataron que el automóvil utilizado en este caso dejó de usarse por más de dos meses después del secuestro de los pequeños.
Por aparte, Aguilar indicó que se estima que el móvil del hecho fue económico, pues los criminales exigían Q1 millón a cambio de liberar a los niños. El padre de uno de ellos emigró a Estados Unidos.
"Tomaba café" con la madre de la víctima
Aguilar explicó que expertos analizaron casi mil videos como parte de las pesquisas.
También indicó que la PNC le dio seguimiento a los movimientos realizados por los supuestos secuestradores y asesinos de los niños. E incluso logró establecer el momento y lugar desde donde se llamó a los familiares de las víctimas para exigirles el dinero del rescate.
De igual forma, determinaron que fue María del Rosario Patzán quien hizo la inteligencia para el secuestro, pues incluso llegaba a la casa de la familia del niño de 11 años y “tomaba café con la madre del menor”, detalló Aguilar.