Sam Kanizay, un adolescente de 16 años originario de Australia, se llevó el susto de su vida el pasado sábado en una playa de la ciudad de Melbourne.
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El joven se encontraba disfrutando de un día de playa en Dendy Street. Tras pasar un tiempo en el agua, sintió en sus piernas una especie de “hormigueo”, pero no le dio importancia y atribuyó la sensación al frío y al cansancio por haber hecho deporte ese mismo día.
Sin embargo, cuando Sam salió del agua se percató de que sus piernas estaban cubiertas de sangre. De inmediato fue trasladado al hospital y, aunque los médicos se esforzaban por encontrar una explicación, los síntomas que presentaba eran bastante extraños.
Sam Kanizay, en el hospital. Foto: Jarrod Kanizay / AFP
El propio joven relató la experiencia diciendo que lo primero que pensó fue que se había cortado con una roca, pero sus extremidades no dejaban de sangrar. Lo que descubrió después fue realmente atemorizante:
“Se veían como cientos de pequeños agujeros o picaduras tipo alfiler, distribuidos por todo mi tobillo y la parte superior de mi pie”.
Mientras los doctores estudiaban las misteriosas heridas, el padre de Sam, Jarrod Kanizay, decidió hacer su propia investigación. Armado con una red de pesca y un trozo de carne fresca, volvió al a playa para buscar a las criaturas que, según él, eran responsables del incidente. Logró capturar a varias de ellas y estas fueron enviadas más tarde al Museo Victoria, indica el portal RT. Incluso compartió un video en el que se veía a las diminutas criaturas marinas, adhiriéndose al pedazo de carne.
Advertimos que las imágenes pueden ser fuertes para algunas personas.
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El doctor Genefor Walker-Smith descubrió más tarde que se trataba de una especie conocida como “pulgas marinas”. Para el científico, estas pudieron haber sido atraídas por un corte en la piel de Sam por haber pisado accidentalmente el cadáver de algún animal del que estas se estuvieran alimentando.
Walker-Smith explicó, además, que las piernas del joven no dejaban de sangrar debido a que estas “pulgas marinas” liberan un anticoagulante cuando pican, similar a lo que hacen las sanguijuelas.
Tras descubrir la causa de las heridas, Sam fue tratado y deberá pasar al menos una noche más en el hospital, bajo observación.