La Feria Internacional de Damasco, relanzada por el régimen sirio para intentar atraer de nuevo a los inversores, fue inaugurada esta semana tras cinco años de ausencia a causa del conflicto. Se encuentra a las puertas del feudo rebelde de Guta Oriental, al este de la capital.
Tras aportar un primer balance de cinco fallecidos, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una extensa red de informadores en Siria, reportó la muerte de otra persona, a causa de las heridas sufridas.
Un miembro del personal de los servicios de socorro, que pidió el anonimato, también dio un balance de seis muertos, uno de ellos no identificado.
La televisión del Estado había informado que “ciudadanos resultaron heridos por un cohete” en la entrada de la Feria, sin precisar si había muertos o cuántos eran.
Incluso, difundió entrevistas en directo a la entrada de la Feria sin mencionar el incidente ni mostrar el lugar de la explosión.
La Feria, el evento económico más importante de Siria antes de la guerra y una de las más antiguas del mundo árabe, reabrió sus puertas el jueves. La última edición se remonta al verano boreal de 2011, unos meses después del inicio de la revuelta contra el régimen.
Las autoridades decidieron reabrir la exposición considerando que la calma había vuelto al lugar donde se celebra, en Guta Oriental, una de las “zonas de distensión” designadas en julio tras un acuerdo de tregua entre aliados del régimen y los insurgentes.