El 19 de septiembre de 2017, Julián y Jimena se encontraban en su hogar ubicado en Tlalpan y Taxqueña, cuando un terremoto de 7.1 grados Richter, azotó la Ciudad de México, provocando que el multifamiliar se viniera abajo. Tenían 11 y 6 años, respectivamente.
La búsqueda de los menores se prolongó por más de siete horas y aunque al inicio del rescate se había dicho que estaban vivos, se confirmó que no era así.
De acuerdo con el relato de su padre, Julián Astudillo, el martes 19, ellos no quisieron ir al colegio. Su madre había salido a hacer unas compras y al regresar encontró el edificio colapsado. El colegio donde asistían los niños quedó intacto y Julián se encontraba en Colombia, de donde es originario.
"Tres pisos se le vieron encima a mis muchachos. Diosito los llamó, él sabrá por que lo hizo", reiteró.
Mientras miles de mexicanos se han sumado a la ayuda en la búsqueda de personas entre los escombros y lloran ante la noticia de cuerpos sin vida.
Durante la madrugada de este jueves fueron velados los pequeños cuerpos, Julián no pudo asistir ya que no ha podido salir de su país debido a una huelga aérea. Está en espera de poder darles el último adiós a sus niños.