Esta semana se prevé la argumentación en la apertura a juicio de los últimos sindicados del caso de defraudación aduanera denominado La Línea. Miguel Gálvez, titular del Juzgado de Mayor Riesgo B, escuchará la defensa de los últimos señalados, entre ellos los supuestos cabecillas: El expresidente Otto Pérez y la exvicepresidenta Roxana Baldetti, conocidos como “el uno”, “el dueño de la finca” y “la dos”, “la mera mera señora”.
La audiencia intermedia suma 25 días en la que los procesados han comparecido ante el juez Gálvez. Los primeros once días argumentó el fiscal Juan Sandoval y los señaló de integrar la estructura criminal que cobró millones de quetzales a los importadores en las aduanas Central, Portuaria Quetzal y Santo Tomás desde el 8 de mayo de 2014 hasta el 16 de abril de 2015, cuando se realizó un operativo por la Fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) que desbarató la agrupación.
Siete veces se detuvo
Para llegar a esta etapa pasaron más de dos años y la suspensión de la apertura a juicio durante siete oportunidades debido a acciones judiciales de los sindicados, como intentar el cambio del juez Gálvez debido a supuestas opiniones que habrían contaminado el proceso judicial.
El 17 de julio de 2017, cuando se celebró el Día del padre, inició esta audiencia. El único que no ha comparecido por supuestos quebrantos de salud es Francisco Javier Ortiz, alias “el Teniente Jerez”, líder de la estructura externa, quien permanece internado en un hospital privado en la zona 1 con vigilancia policial. Su abogado lo representa.
La última defensa
En la nómina del juez Gálvez están pendiente de exponer sus argumentos para evitar ir a un debate los técnicos aduaneros. Luego será el turno del expresidente Pérez y la que fue su vicepresidenta Baldetti. La última defensa será la de Claudia Méndez, exintendente de aduanas, aunque el orden podría ser modificado a última hora por el juez.
Durante el primer día de alegatos destacó que el encarcelado expresidente Pérez Molina solicitó salir de la cárcel por medio de un incidente de libertad humanitaria y solo adujo que “está enfermo”.