Barack Obama volverá a poner los pies en la arena política este jueves. El expresidente demócrata estará en dos reuniones de campaña, la primera en el estado de Nueva Jersey y la segunda 500 kilómetros al sur, en Virginia.
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Tanto en la ciudad Newark como en la de Richmond, Obama, de 56 años, apoyará el candidato de su partido a la gobernación estatal.
Estas dos elecciones tendrán lugar el 7 de noviembre, un año después de la sorpresiva victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre del año pasado.
Pero la importancia de estas elecciones es sobre todo por su rareza: los estadounidenses no suelen acudir a ninguna votación antes de las elecciones de mitad de período de 2018.
“Solo hay dos elecciones de importancia este año (en Estados Unidos), y son por las gobernaciones de Nueva Jersey y Virginia”, explicó el profesor de ciencias políticas Larry Sabato.
“La idea es obtener una posición ventajosa para las elecciones de mitad de mandato en 2018”, agregó.
Hasta ahora, el expresidente ha seguido la tradición de reserva y bajo perfil que han observado otros expresidentes tras dejar el poder.
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No se sabe de qué hablará Obama, cuya gestión de ocho años en la Casa Blanca está siendo demolida por su sucesor.
Silencio casi total
Luego de tres meses de vacaciones, Obama comenzó a escribir sus memorias; ha hablado poco públicamente y prácticamente no ha concedido entrevistas.
Las pocas veces que ha roto su silencio ha sido para tratar temas de importancia nacional, como la inmigración, la cobertura de salud y la lucha contra el cambio climático.
Pero en el encuentro con activistas demócratas este jueves, entre quienes mantiene una gran popularidad, el 44º presidente podría verse tentado a lanzar algunas flechas a Trump, quien no es precisamente discreto a la hora de romper públicamente con cualquier cosa que represente a su predecesor.
En Nueva Jersey, el puesto de gobernador parece destinado al demócrata Philip Murphy, quien sucedería al republicano Chris Christie, un examigo cercano de Trump con poca popularidad al término de su gestión.
“Los demócratas tienen todo listo para ganar en Nueva Jersey, así que solo Virginia será un terreno en donde la lucha será cerrada”, dice Sabato.
Virginia es importante, el único estado histórico del sur que ganó Hillary Clinton en 2016. Su importancia se acentúa si se piensa en su cercanía con la capital federal, Washington.