La resolución de la apertura a juicio del caso de defraudación aduanera denominado La Línea se interrumpió por una sorpresiva declinatoria que interpuso el expresidente Otto Pérez.
El juez Miguel Gálvez rechazó el recurso del exmandatario y uno de sus abogados, Mario Hernández, interpuso una acción defectuosa con el argumento de que debía esperar la apelación antes de finalizar la audiencia.
Después intervinieron los abogados de los sindicados, quienes le recordaron que en sus manos “tiene la varita mágica” para dejar en libertad a los 30 procesados. “Algunos se van a fugar, eso no lo sabemos”, mencionó el abogado Harry Samayoa, quien tuvo un altercado con los guardias.
Los representantes de la Fiscalía y la CICIG explicaron que “se estaba entorpeciendo el proceso” y el juez volvió a rechazar el recurso.
El miedo
“¿A qué le tienen miedo? Los he escuchado a todos”, dijo el juez Gálvez y se refirió a las siete oportunidades en que se detuvo el proceso, cuatro por las acciones de Pérez.
El juez Gálvez mencionó que los recursos “intentan evitar que se dicte la resolución. Es evidente que el proceso se ha entorpecido”.
La defensa de la exvicepresidenta Roxana Baldetti se refirió a que no era miedo sino el respeto al proceso penal.
Observadores y un funcionario de la embajada
- La sala del Juzgado de Mayor Riesgo B estaba abarrotada. Había familiares de los sindicados, observadores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH). Además acudió un funcionario de la Embajada de Estados Unidos acompañando al sindicalista Anthony Segura.