El ingeniero Raúl Aguilar, asesor ad honórem de la Asociación Amigos del Lago de Atitlán, coordina el equipo que trabaja en un proyecto con el que se pretende detener el ingreso de aguas negras al lago, sacarlas de la cuenca, procesarlas y aprovecharlas. Aguilar espera que instituciones, académicos y el gobierno se involucren.
En primer lugar están las aguas servidas o negras, después todo lo que proviene de fertilizantes y actividades agrícolas, que son orgánicos. Luego están las aguas grises, que es producto del lavado de la ropa. Con eso el problema es que sabemos que hay quienes usan detergentes que no son biodegradables y que ingresan de contrabando desde México, por eso los consiguen más baratos. También está la basura.
¿En qué consiste la nueva idea que proponen?
Lo que estamos previendo es sacar el agua negra fuera del lago, porque si la tratamos con plantas del tipo convencional lo que vamos a tratar es la parte biológica, es decir con elementos fecales y de orina, pero lo que es muy difícil de tratar es los componentes de los fertilizantes.
Al sacar el agua y llevarla a una zona agrícola de la Costa Sur, donde hay escasez por aparentes desvíos de ríos, estaríamos proveyéndola con fósforo, nitrógeno y potasio, en este momento esos nutrientes más bien están ayudando a fertilizar las algas del lago.
Ahorita lo que estamos ayudando es a fertilizar pero las algas del lago.
¿Cuál es el trabajo que han hecho para este proyecto?
Se ha recabado información topográfica y estadística poblacional de la mejor manera posible. Conseguimos una donación de drones para diseñar las redes de drenaje hasta un punto de nivel de construcción. Por la cantidad de habitantes, se estima que el 60 por ciento de las aguas servidas de la cuenca ingresan por el norte.
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¿Cómo van a evitar que el agua sucia llegue al lago?
El alcance del estudio ha llevado a diseñar redes de drenajes que conducirán las aguas servidas a unas plantas de pre tratamiento donde habrá bombas que las expulsarán a un gran colector, que es una tubería subacuática que tienen su punto de inicio en Panajachel.
Una parte del colector irá con dirección a este y otra al oeste. Todo llegará hasta San Lucas Tolimán a un túnel de dos kilómetros para conectar con una tubería de 20 kilómetros que irá junto a la carretera. Se aprovechará el declive, ya que el inicio se tiene una altura de 1,560 metros sobre el nivel del mar, ya que el final es en la finca San Julián, cercana a Patulul, en Suchitepéquez, que están a 560 metros sobre el nivel del mar.
Con una caída de mil metros de aguas negras podemos generar electricidad, ya que se hará pasar por tres hidroeléctricas. Lo que genere servirá para el bombeo de aguas servidas y de agua potable, porque también vamos a diseñar eso. Esa segunda parte la haremos rápido porque ya tenemos la topografía.
Al final, en la finca el agua llegará a una laguna de oxidación, donde se aprovecha el proceso natural de exposición a la luz natural y estancamiento para se eliminen las bacterias y queden solo el nitrógeno, fósforo y potasio de los fertilizantes, que no se puede extraer, pero que hará que el agua sea más útil para los cultivos. También está la posibilidad de generar electricidad por medio del metano que se produciría en la laguna artificial.
¿El sistema de drenajes alcanzará a todos los habitantes?
Donde la población es muy dispersa no llegaremos con redes, sino que será con letrinas. Las letrinas han evolucionado. Está el tipo doble, donde se construyen dos y cada seis meses se usa mientras a la otra se le aplican bacterias para al final se tenga un material que después se puede usar como fertilizante. Esto no es nuevo, lo que hace falta es mantenimiento y educar a la población para que las use bien.
¿Quién controlará todo cuando esté construido?
Hay que crear un ente, hay equipos de abogados, de sociólogos, tratando de involucrar a la academia. Se está trabajando con la Escuela Regional de Ingeniería Sanitaria (ERIS), con sede en la Universidad de San Carlos de Guatemala, está trabajando la Universidad del Valle.
Ese ente jurídico tiene que ser eficiente y no debe seguir lo vaivenes de la política, hay que pensar a largo plazo, porque para que funcione se necesita personal técnico que no dependa de decisiones políticas.
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¿Quiénes se tienen que involucrar en este proyecto?
Hay que hacer participar a la población y convencerla de que es bueno para todos, si no lo hacemos, perdemos el lago.
La inversión tiene que ser con apoyo gubernamental, pero si se compara con el turismo que puede producir el lago en los próximos años, puede ser factible la deuda que se adquiera.
A los guatemaltecos nos hacen falta los proyectos de país a largo plazo, ya no estar pensando en parches. Este es un proyecto importante a la población.
Para la operación de mantenimiento vamos a tener una fuente de trabajo para la gente local, pero el beneficio real es tener un lago limpio.
¿Cuánto costará la obra?
Para el colector, las bombas, las plantas de pre tratamiento, el túnel, la tubería en carretera y la laguna de oxidación se necesitan US$100 mil.
Aparte está la construcción de las redes de drenaje, así como la parte de tubería de las casas a esas redes.
Cifras
- 130 kilómetros cuadrados del lago
- 25 kilómetros cúbicos de volumen del lago
- 550 kilómetros cuadrados de la cuenca
- 60 puntos de desfogue aproximadamente
- 52 kilómetros de tubería subacuático variable de 12 a 54 pulgadas
- 2 kilómetros un túnel
- 20 kilómetros en carretera a la finca
- 3 hidroeléctricas principales, pero podría haber dos secundarias con 400 metros en Sololá. Las pequeñas 350 a 500 kilovatios
- 5 a 7 megavatios las hidroeléctricas.
- 3.5 megavatios el bombeo de todo el sistema, el resto se puede vender.
- Subproducto el agua fertilizada
- Producción de gas metano en las lagunas de oxidación.
- Se calcula 1 mega vatio posiblemente de metano.
- 50 hectáreas de la laguna de oxidación al final de período de diseño que es una caballería.