Devin Patrick Kelley, señalado como el autor de la masacre que dejó al menos 26 personas muertas en una pequeña iglesia de Texas, habría realizado el ataque motivado por problemas familiares, según Freeman Martin, responsable del cuerpo local de policía.
“Había un diferendo en esa familia”, dijo Martin, quien añadió que la suegra del pistolero frecuentaba la iglesia donde ocurrió la balacera.
Ann Stefanek, portavoz de la Fuerza Aérea, informó por su parte que Kelley prestó servicio en una base de Nuevo México desde 2010, antes de ser juzgado por una corte marcial en 2012 por agredir a su esposa e hijo. Fue sentenciado a 12 meses de confinamiento y recibió una baja por “mala conducta”.
Duelo en Estados Unidos
Estados Unidos permanecía de duelo este lunes tras la masacre, que ocurrió solo cinco semanas después del tiroteo en Las Vegas, calificado como el más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos.
Protegido con un chaleco antibalas y armado con un rifle de asalto, Kelley abrió fuego en contra de los feligreses en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, una localidad rural de unos 400 habitantes y ubicada 50 kilómetros al sureste de San Antonio.
El pistolero, de 28 años, fue descrito por las autoridades como un joven blanco que aparentemente se suicidó cuando huía en su vehículo, mientras era perseguido por dos ciudadanos que presenciaron el ataque.
Múltiples armas fueron encontradas en el vehículo, que fue procesado por expertos en explosivos.