Este martes se conversó en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, acerca de qué acciones se pueden tomar para evitar la corrupción en Municipalidades del país.
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Como invitados en cabina participaron Juan Pablo Ligorría, exdirector del Instituto de Fomento Municipal (Infom); y Marvin Flores, investigador de Acción Ciudadana (AC).
Durante la entrevista también se analizó el caso de William Duarte, alcalde de Santa Catarina Mita, Jutiapa, quien fue capturado ayer por supuestamente estar vinculado con el proceso “Lavado y Política”.
Flores recordó que ese caso involucra a dos exdiputados de la Gran Alianza Nacional (Gana) y a un excandidato a la Vicepresidencia del extinto partido Libertad Democrática Renovada (Líder).
A criterio del entrevistado, con la captura de ayer pareciera que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) están finalmente atando “cabos sueltos” en esta investigación.
El investigador también explicó que el alcalde aprehendido perdió la inmunidad en mayo pasado, y que se le sindica de delitos como testaferrato y falsificación de documentos privados porque en el momento en el que habría cometido los ilícitos no era funcionario.
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Esquema clásico de corrupción
Flores se refirió a la existencia de un “esquema clásico” de corrupción, en donde se vincula el tema de financiamiento electoral y “favores” que se trasladan mediante contratos y otras prebendas que se hacen desde el poder municipal.
Los casos más notables de esta situación son los ocurridos en las comunas de Chinautla y Antigua Guatemala, de acuerdo con el experto.
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Por aparte, el exdirector del Inform mencionó que la gente elije a personas para cargos públicos, aunque se sepa que están vinculadas con narcotráfico u otras actividades ilícitas.
“Debemos repensar los guatemaltecos sobre qué tipo de líderes queremos: si queremos una persona que va a ser un administrador probo de los recursos públicos o si vamos a tener al que más poder tiene”, no importando el medio por el cual obtuvo tal poder.
“Seguimos eligiendo a personas y luego nos contrariamos”, dijo Ligorría, porque quizá se coloca a alguien en un cargo aunque “no era secreto” que esa persona no era la indicada para ello. Sin embargo, aclaró que hay funcionarios municipales que buscan hacer bien las cosas y debe reconocerse su labor.
Ciudadanos deben involucrarse
Los entrevistados resaltaron la importancia de que la ciudadanía se involucre en los temas políticos. “El ejercicio de ciudadanía no se remite a ir a votar cada cuatro años”, refirió Flores.
Mientras que Ligorría opinó: “Si se trabaja en un sistema de rendición de cuentas, transparencia y participación ciudadana la cosa puede ir mejor”.
Según Ligorría, los alcaldes y municipalidades tienen una particularidad en el servicio público: están en la “batalla diaria” y expuestos directamente con la población, a diferencia de las entidades centralizadas.
A su criterio, esa exposición abierta puede hacer una gran diferencia si la ciudadanía está involucrada y elige a las personas correctas. Además, se debe sumar el fortalecimiento de las capacidades locales del país.
De igual forma, Ligorría aseguró que “para hacer democracia no solo necesitamos a quién elegir, sino también elegir nosotros y elegir responsablemente”.
“Hay una carga sobre la ciudadanía que no nos la podemos quitar, y que debemos que cargar desde echar la basura en su lugar, hasta educar a nuestros hijos correctamente. Los ciudadanos debemos de involucrarnos más y aportar más por una mejor Guatemala”, añadió el extitular del Infom.
En ese sentido, el investigador de Acción Ciudadana refirió que “el ejercicio de la ciudadanía no se remite a ir a votar cada cuatro años”.
Según manifestó, hay quejas de personas acerca del desorden territorial y suciedad en las calles de sus comunidades; sin embargo, algunos no pagan su boleto de ornato. Por ello, consideró que debe existir responsabilidad de parte de los pobladores.
“Hace falta construir mucha cultura política y mucha cultura ciudadana en cuanto a tener la responsabilidad de elegir y elegir bien, y también de participar, porque muchas veces queremos que en Guatemala cambien las cosas, pero no nos involucramos”, expresó el entrevistado.
No generalizar
Flores reveló que la mayoría de denuncias que se reciben en el Centro de Asistencia Legal Anticorrupción son por hechos relacionados con las municipalidades, acerca de “plazas fantasma” y nepotismo, entre otros.
“Aunque son el 70%, no necesariamente tienen el volumen y el tamaño de los casos de corrupción que han existido en otros lados”, indicó.
El investigador resaltó que se debe marcar diferencias entre alcaldes y no generalizar. Tampoco referirse a que solo porque pertenece a cierto partido político alguien es corrupto.
Muchas veces el poder local no tiene nada que ver con el partido, incluso resulta a veces que hay alcaldes que son opuestos a la “imagen netamente” corrupta del partido al que pertenecen, refirió.
Aunque, mencionó que en algunas municipalidades hay tendencia de quienes administran fondos públicos actúan más con visión política que visión técnica y se enfocan en hacer obras que generen votos.
Finalmente, Ligorría dijo que “hacérsela difícil a la corrupción y a la degradación ambiental es una tarea de absolutamente todos”, y que “las soluciones son colectivas y no individuales”.