Ocurrió en una parroquia en la ciudad argentina de Malargüe, en Mendoza. Raquel Martínez acudió a las redes sociales para denunciar que un sacerdote de la iglesia Nuestra Señora del Rosario le comunicó que su hija de 11 años con síndrome de Down, no podía recibir la primera comunión.
La mujer afirmó en su denuncia que su hija, María Fernanda, asistió durante dos años al catecismo en la escuela Rufino Ortega, y durante tres meses recibió clases con una catequista particular, por pedido de la propia iglesia.
Sin embargo, Raquel comentó que la semana pasada se comunicó con el cura Luis Sanjurjo, quien le informó que la pequeña “no estaba en condiciones” para hacer la comunión.
“Nos ha invadido un dolor enorme y mucha pena por ella, porque yo quisiera que ustedes vieran la ilusión que ella tenía de hacer su primera comunión. Teniendo su vestido blanco, zapatos, souvenir y tarjetitas; todo preparado para que llegara ese día”, señaló la angustiada madre en el texto que colgó en Facebook.
Citados por el portal Infobae, los tíos de María Fernanda dijeron que el sacerdote les comunicó en una reunión que la niña no podía recibir el sacramento “porque no se sabe el Padre Nuestro de corrido”.
Raquel también hizo referencia a esto último en su carta.
Hasta este martes, la publicación de la madre ya había sido compartida casi 7 mil veces y tenía más de 4 mil comentarios, muchos de ellos reprobando la actitud del sacerdote y otros manifestándole su apoyo a la pequeña María Fernanda.
La iglesia responde
Ante la repercusión que tuvo la denuncia de la madre, el presbítero Ramiro Sáenz emitió un comunicado y dio su versión de lo sucedido. En el texto, el cura indica que “a la niña nunca se le negó la recepción de la Primera Comunión. El sacerdote solo intentó proponerle a los padres continuar con una catequista especial para una mejor preparación”. En el texto, citado por Infobae, Sáenz aclara que tras hablar con los padres de la menor, “se aceptó que recibiera en ese día el Sacramento”.
Esta respuesta, sin embargo, no dejó conforme a Martínez, quien aseguró que la iglesia miente. “Ahora saca un comunicado de prensa el señor Ramiro Sáenz, diciendo que es mentira lo que yo he escrito. ¿Quién puede pensar que yo voy a jugar con algo tan sensible a todos? En mi hija nadie se limpia la boca”, dijo la mujer, quien también compartió el mensaje que le hizo llegar la catequista de María Fernanda.