"La autopsia es nuestra principal prioridad y se realizará en un plazo muy corto", declaró Frans Zonneveld, portavoz de la fiscalía de La Haya, precisando que la investigación ya permitió descubrir "dentro del frasco un producto químico que puede provocar la muerte".
El suicidio de Slobodan Praljak tuvo lugar durante la lectura de la sentencia en el juicio en apelación contra seis exdirigentes y exjefes militares bosniocroatas, acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante el conflicto croato-musulmán (1993-1994) enmarcado en la guerra de Bosnia (1992-1995).
"La investigación se orienta hacia la cuestión del suicidio asistido" y sobre "la violación" de la reglamentación relativa a las sustancias médicas, precisó el miércoles por la noche la fiscalía holandesa en un comunicado.
Controles estrictos
Se desconoce, de momento, cómo pudo el acusado obtener el pequeño frasco que contenía un líquido marrón.
¿Se lo procuró en el centro de detención del tribunal internacional en La Haya, un recinto bajo fuerte vigilancia? ¿O en el edificio del tribunal?
En el reglamento interior del barrio penitenciario de Naciones Unidas se estipula que toda persona "será objeto de un control de seguridad en la entrada del complejo", es decir una comprobación de identidad, el paso por arcos de detección y, si es necesario, un cacheo.
Asimismo, cualquier objeto llevado o enviado al centro debe ser entregado, inspeccionado, abierto y/o examinado por rayos X, antes de autorizar su entrada.
El diario holandés NRC señalaba, sin embargo, que muchos sospechosos, como Praljak, tiene avanzada edad y mala salud, y están sometidos a tratamientos por sus médicos personales.
"Que haya llevado con él sus medicamentos a las audiencias no es inhabitual", subrayaba.
Praljak ingirió el líquido mientras los jueces leían el veredicto contra los seis exdirigentes bosniocroatas.