El empresario Jaime Ramón Aparicio Mejía, detenido y extraditado desde Argentina, aclara a la jueza Ericka Aifán que no es primo del prófugo Alejandro Sinibaldi Aparicio.
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“Tenemos el mismo apellido pero no somos familiares”, declara.
Aparicio comparece hoy en el Juzgado de Mayor Riesgo D para la indagatoria en seguimiento al caso “Construcción y Corrupción, los negocios del Micivi”. La Fiscalía lo sindica de cohecho activo.
“Pagó dádivas por más de Q8.2 millones a las empresas de cartón por medio de la Constructora Jireh, S. A., que representa”, detalló el fiscal durante la diligencia, en la cual aceptó los señalamientos.
“Accedí por las deudas”
Aparicio tomó la palabra ante la jueza y relató cómo se desarrollaron los hechos. Dijo que se reunió con el exministro de Comunicaciones, Alejandro Sinibaldi, en una casa en la zona 10 por la deuda de arrastre que tenían sus constructoras por Q180 millones.
“Sinibaldi me dijo: voy a ir al grano, si querés que se te paguen las deudas de arrastre, vas a tener que colaborar”, explicó el empresario.
“Accedí por las deudas que teníamos, y después me pidió que emitiera cheques a una empresa de las suyas”. “Soy el responsable, firmé los cheques y acepto los hechos. Siempre he estado anuente a asumir la responsabilidad”, añadió.
“Pido perdón a Dios, a mi familia. Está es una lección muy cara”, expresó Aparicio.
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El caso
De acuerdo con investigaciones del MP y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), durante la administración del exministro Sinibaldi se cometieron anomalías en la cartera de Comunicaciones.
Una estructura delictiva habría cobrado sobornos a empresarios a cambio de pagarles deuda de arrastre que tenían con ese Ministerio y de otorgarles nuevos proyectos, para ello habría utilizado empresas “de cartón”.
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