Esta semana se llevaron a cabo dos operativos en varios departamentos del país para desarticular estructuras delictivas que se dedican al sicariato y cobro de extorsiones.
PUBLICIDAD
Por ello, hoy en el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas, se conversó con relación a este tema, el crimen organizado y las pandillas, y sobre qué es necesario para erradicar esta problemática.
Como invitados en cabina participaron Carmen Rosa de León Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades); y Mario Castañeda, abogado penalista, exfiscal del Ministerio Público (MP) y exviceministro de Seguridad.
Ambos coincidieron en que la pena de muerte no es un elemento adecuado para combatir la delincuencia y criminalidad, sino que es necesario que existan políticas públicas que aborden la problemática de forma integral.
Los expertos resaltaron que la situación en la que se encuentra el Sistema Penitenciario en el país, con hacinamiento y sin un enfoque de reintegrar a la sociedad a quienes cometen delitos, así como la ausencia del Estado, han sido elementos primordiales para que se acreciente esta situación negativa.
Lee también: Presunto líder pandillero, sus hermanos y su esposa son detenidos en allanamientos
¿Qué hacer?
Entre los aspectos que deben tomarse en cuenta para atender esta situación que enfrenta Guatemala, los expertos resaltaron que la educación, el acceso a la salud y la equidad son primordiales.
PUBLICIDAD
Otro tema importante es el trabajo, pues de acuerdo con De León y Castañeda, una población que tiene oportunidades educativas y laborales difícilmente se involucra en hechos delictivos.
La directora ejecutiva de Iepades explicó que la extorsión es un fenómeno preocupante que ha ido creciendo a lo largo de la República. Detalló que la extorsión es un negocio familiar, pues se ven involucrados desde los niños, hasta los adultos mayores.
Como ejemplo de ello, De León señaló que la mamá se dedica a entregar los teléfonos a las posibles víctimas para después ser contactadas y que se les exija la extorsión. Mientras tanto, la abuela presta la cuenta bancaria para que se deposite el dinero obtenido de forma ilícita, y los niños, incluso de 10 años de edad, son utilizados como sicarios, pues las redes delictivas buscan menores para cometer los crímenes, ya que no son imputables.
“Hay gente que dice que es su trabajo, no tienen noción clara de que es un delito, para algunos es una forma de ganarse el dinero para su familia”, señaló.
Lee también: Detallan perfil de los menores de Gaviotas “que nadie quiere”
Mientras tanto, Castañeda se refirió a la situación del sistema de seguridad del país y calificó las prisiones como “universidades del crimen”.
“No tenemos un Estado y por ende no tenemos una política criminal para el abordaje integral de este tema”, aseguró el exfuncionario.
A su criterio, es necesario generar acciones de prevención de los hechos delincuenciales, y la base para ello es la educación.
“Se escucha de la construcción de más cárceles porque la gente ya no cabe en las que hay, pero no se escucha que el Gobierno diga que va a construir más escuelas y de una manera muy a la vanguardia, que tengan computadores, internet, o al menos reparar las que están en mal estado”, dijo el exfiscal.
Y añadió que debe crearse un sistema integrado que involucre a los Ministerios de Educación, de Salud y de Gobernación, para que en conjunto y exista una mejor sociedad, equitativa y con atención a sus necesidades.
De acuerdo con el exviceministro, “la solución no es meter más gente a la cárcel, si no le apostamos a la educación y a brindarles oportunidades a los jóvenes para que exista un cambio sustancial, en cinco años vamos a estar peor”.
Los “imitadores”
De León explicó que estudios han demostrado que solo el 20% de las llamadas de extorsión son hechas por integrantes de organizaciones criminales, y el 80% restante proviene de los llamados “imitadores”, que son personas cercanas e incluso familiares, que aprovechan el temor generado por las pandillas u otras agrupaciones delictivas para también cobrar extorsión.
“La base de la extorsión, o de la que se aprovechan los extorsionistas, es el temor y la ausencia de denuncias”, refirió.
En ese sentido, explicó que hay casos en donde “hasta el vecino” decide extorsionar a alguna persona al ver que esta se compró un carro nuevo, por ejemplo.
Según dijo, es posible que ese “imitador” consiga dinero fácil, pues al tener conocimiento de detalles de la vida de la víctima y conocer su entorno, porque obviamente vive cerca de ella, la amenaza diciéndole qué viste hoy, a dónde se dirigió esta o sus familiares, o en donde trabaja, entre otros aspectos, y ello genera temor porque se cree que hay cierta vigilancia.
Lee también: Realizan allanamientos en busca de extorsionistas “imitadores”
La directora de Iepades también destacó que una denuncia eficaz podría ayudar a las autoridades a actuar de mejor manera, y así eliminar las acciones de personas que solo se hacen pasar como miembros de organizaciones criminales.
“Una buena campaña donde se le informe a la gente qué tiene que hacer al recibir una llamada podría eliminar ese 80 por ciento”, dijo.