Palestinos chocaron con fuerzas israelíes en Cisjordania y Gaza y feligreses musulmanes desde Jordania hasta Indonesia salieron a las calles después de las oraciones del viernes en protesta contra el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por el presidente estadounidense Donald Trump.
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En Cisjordania, los manifestantes prendieron fuego a neumáticos en Ramalá y Belén, donde se alzaron columnas de humo negro y espeso. En las calles, los soldados respondieron con gases y balas de goma a los palestinos que los apedreaban.
El mando militar israelí informó de protestas en 30 localidades de los territorios palestinos y el arresto de seis personas.
Paramédicos de la Media Luna Roja y autoridades de salud informaron de 13 personas heridas por munición de guerra y 47 por balas de goma en los territorios. Decenas más recibieron tratamiento por inhalación de gas, dijeron los paramédicos.
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Declaración de Donald Trump
El anuncio de Trump, un cambio sísmico en la política exterior de Washington, enfureció a árabes y musulmanes, que lo consideran una expresión de flagrante tendenciosidad proisraelí en una de las disputas religiosas y políticas más candentes de la región.
Jerusalén es sede de importantes santuarios musulmanes y cristianos, además del sitio más sagrado del judaísmo. El sector oriental, anexado por Israel en 1967, es reclamado por los palestinos para su futura capital, pero Israel dice que no cederá parte alguna de la ciudad.
Grupos palestinos convocaron a grandes manifestaciones y la milicia Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, llamó a una tercera insurrección contra Israel.
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La milicia Al Qaeda llamó a sus seguidores en todo el mundo a atacar lugares de interés vital para Estados Unidos, sus aliados e Israel. El sitio web as-Shahad, de Al Qaeda, llamó a la guerra santa contra Estados Unidos, opresor de los musulmanes.
En toda la región se multiplicaron las protestas, así como en Indonesia, Malasia y Pakistán.
En la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde se encuentra la mezquita de Al Aqsa, los feligreses se dispersaron luego de las oraciones del viernes.
El imán de la mezquita dijo a los feligreses que la ciudad "seguirá siendo musulmana y árabe".
"Lo que pedimos a los líderes árabes y musulmanes es acción, no declaraciones de denuncia", dijo el jeque Yousef Abu Sneineh a los aproximadamente 27.000 feligreses.
Durante décadas, la política de Washington fue de neutralidad con respecto a Jerusalén, acorde con el consenso internacional de que el destino de la ciudad santa debe ser resuelto en negociaciones.
El dramático anuncio de Trump el miércoles provocó la condena internacional, incluso de los aliados de Estados Unidos y varios gobernantes europeos advirtieron sobre el peligro de desestabilización.