“Jerusalén es y seguirá siendo eternamente la capital del Estado de Palestina (…) Y sin esto no habrá paz ni estabilidad”, añadió Mahmud Abás en un discurso durante la apertura de una cumbre panislámica en Estambul sobre el reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel.
“A partir de ahora, no aceptamos ningún papel de Estados Unidos en el proceso político Mahmud Abás”, añadió ante los representantes de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en Estambul. Washington es “parcial”, estimó.
“Se aplican leyes a los israelíes y leyes diferentes a los palestinos. Es apartheid. ¿Puede el mundo aceptar un nuevo régimen de apartheid, 30 años después del final del apartheid en Sudáfrica?”, se preguntó el presidente palestino.
Abás consideró asimismo que el presidente estadounidense Donald Trump “ofrece Jerusalén como regalo” al “movimiento sionista”, “como si le regalara una ciudad estadounidense”.
El anuncio de Trump el 6 de diciembre suscitó una reprobación casi unánime en el mundo y manifestaciones de protesta en varios países de Oriente Medio.
Erdogan, presidente en ejercicio de la OCI, espera unir al mundo musulmán en una posición firme ante la decisión estadounidense.
Pero la tarea se anuncia complicada, en un momento en el que el mundo musulmán está profundamente dividido y varios países de la región, como Arabia Saudita, quieren mantener buenas relaciones con Trump con trasfondo de hostilidad común frente a Irán.