El 8 de marzo de 2017 será una fecha que difícilmente se podría olvidar. Ese día, 41 niñas murieron calcinadas en un incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
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Por ese hecho son procesados los exfuncionarios de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), de la Procuraduría General de la Nación (PGN) y de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Tres exfuncionarios de la SBS están procesados por el caso Hogar Seguro.
Antes de que el proceso se quedará estancado, el Ministerio Público (MP) hizo un recuento de los hechos que ocurrieron el día del incendio, presentó dos esponjas quemadas las cuales fueron localizadas durante el procesamiento de la escena.
Además, mostró algunos peritajes, pruebas audiovisuales y leyó las declaraciones de dos menores sobrevivientes del incendio y de dos trabajadores del hogar estatal.
Presentan colchonetas quemadas en Caso Hogar Seguro. / Edwin Bercián
Amenaza contra las niñas
Una de las sobrevivientes le contó a la Fiscalía como las autoridades de la SBS encerraron a 56 adolescentes en un salón con capacidad para 22 personas después de que denunciaron los abusos en el hogar e intentaron huir del lugar.
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Nos encerraron y nos dijeron que nos íbamos a quedar tres días encerradas. Una compañera encendió una colchoneta para que nos sacaran”.
Después de la tragedia, cada vez que la menor miraba fuego, sentía que se estaba quemando.
Los primeros días no me sentía bien, soñaba con fuego. También de que estaba en el cementerio y cuando me despertaba miraba muchos muertos”, le contó la menor al MP.
El área en que encerraron a las adolescentes solo había una entrada y una salida. No había servicio sanitario, ni agua potable. En ese lugar acomodaron 22 colchonetas sin forro, sin sábanas, ni ponchos.
Antes del incendio, las adolescentes habían denunciado los abusos en el hogar estatal. / Omar Solís
Recuerda burlas
La segunda sobreviviente de la tragedia le contó al MP como ella y sus compañeras agarraron fuego.
Mi pelo agarró fuego, estaba muy asustada. Cuando abrieron la puerta, me levanté y salí. Le pedí a los policías que me apagaran el fuego, pero solo se rieron. Uno me grabó un video y me dijo que así como éramos buenas para molestar, que nos aguantáramos”.
La menor recordó que cuando salió del salón, corrió para el baño donde pidió que le echaran agua.
Un niño me quería echar agua y la policía le dijo que no, que me dejara así y se reía de mí. Yo me sentí mal. Todos me miraban. Después llegó el profesor de física y él me echó agua, me pidió que me quitara el suéter y me llevó con una doctora a donde estaban las demás niñas quemadas”.
“Vi como estaban quemadas y se retorcieron algunas de mis compañeras. Estaba preocupada. Llegaron los monitores y cocineros. Los policías solo se nos quedaban viendo. Los del hogar si nos ayudaron, los policías no. Cuando llegó la primera ambulancia me llevaron al hospital”.