El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski tomó juramento el martes a los nuevos miembros de su gabinete, y dijo que llevarán a Perú hacia una reconciliación después de evitar ser destituido y de otorgar un polémico indulto a un ex mandatario encarcelado por abusos a los derechos humanos.
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El asediado presidente reemplazó a casi la mitad de los 19 miembros de su gabinete con nuevos líderes del sector público y privado, aunque sin designar a nadie del partido de oposición que encabezó la campaña para su destitución en diciembre pasado.
“Quizás la reconciliación sea un objetivo difícil de alcanzar. Pero les prometo que no cesaré ni un segundo en mi esfuerzo por lograrlo”, dijo Kuczynski en su discurso tras la ceremonia de juramentación.
Los nuevos nombramientos se dieron durante uno de los momentos de mayor turbulencia política en la nación andina en casi dos décadas.
Kuczynski apenas evitó la destitución después de que legisladores de oposición revelaron que su consultora privada había recibido pagos de la constructora brasileña Odebrecht, que está en medio del mayor escándalo de corrupción de Latinoamérica, cuando él se desempeñaba como un alto funcionario del gobierno. Días después, le otorgó un indulto humanitario que liberó al ex presidente Alberto Fujimori, quien cumplió menos de la mitad de los 25 años de cárcel a los que fue sentenciado, lo que originó protestas a nivel nacional.
A finales de diciembre Kuczynski anunció que nombraría un nuevo “gabinete de reconciliación”, aunque un experto dijo el martes que los nuevos nombramientos eran más bien un “gabinete de emergencia”.
“Hay una gran incertidumbre”, dijo el politólogo Fernando Rospigliosi. “Lo que todos esperan es que el nuevo gabinete tiene una meta que cumplir. En este caso eso no existe.”
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El sumamente impopular gobierno de Kuczynski es considerado altamente vulnerable debido a sus bajos índices de aprobación, una investigación criminal a sus relaciones con Odebrecht y una crisis de credibilidad después de indultar a Fujimori en Nochebuena. En el Congreso, los legisladores han prometido retomar sus esfuerzos por destituirlo.
Kuczynski anunció el indulto a Fujimori, de 79 años de edad, por razones humanitarias tres días después de la votación de destitución en la que 10 miembros del partido de Fujimori inesperadamente se abstuvieron. Las encuestas señalan que la mayoría de los peruanos cree que se concretó un acuerdo entre Kuczynski y el hijo legislador de Fujimori, aunque los aliados del mandatario rechazan la existencia de algún pacto.
Varios altos miembros del gabinete de Kuczynski renunciaron tras la votación de destitución y el indulto, por lo que algunos de los nuevos nombramientos fueron reemplazos obligados.
El indulto a Fujimori reabrió viejas heridas de un periodo sangriento en la historia del país. El ex mandatario fue sentenciado por su papel en la muerte de 25 personas, incluyendo un niño de ocho años, durante sus 10 años en el cargo. Posteriormente también fue encontrado culpable de saber de la existencia de escuadrones de la muerte que eran financiados con fondos públicos y que asesinaban a civiles acusados de pertenecer al grupo Sendero Luminoso.
Algunos peruanos le dan crédito a Fujimori por estabilizar la economía y derrotar a las guerrillas maoístas del país, pero otros lo critican por permitir extensas violaciones a los derechos humanos.
Organizaciones en defensa de los derechos humanos han lamentado el indulto a Fujimori.