A sólo tres días de la visita del papa Francisco a Chile desconocidos atacaron la madrugada del viernes cuatro iglesias y arrojaron panfletos con una amenaza al pontífice.
Las bombas estallaron en distintas horas de la madrugada en las barriadas populares de Estación Central, al oeste de la capital chilena; en Recoleta, al norte, y en Peñalolén, al sureste.
La policía dijo que el primer ataque, en Estación Central, afectó a la parroquia Santa Isabel de Hungría en la que desconocidos lanzaron un paño con combustible y luego rociaron acelerador.
El fuego, que quemó parte de las puertas, fue apagado por los bomberos.
El Subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, dijo que los daños ocasionados por los artefactos explosivos "fueron menores" y anticipó que demandará a los atacantes, que son buscados por la policía.
En la parroquia aparecieron panfletos que decían:
"Libertad a todos los presos políticos del mundo, Wallmapu (territorio mapuche) libre, Autonomía y resistencia. Papa Francisco las próximas bombas serán en tu sotana".
"Uno tiene derecho a tener opinión sobre un conjunto de problemas del país o como pasa en este caso, por una visita (del papa), pero otra cosa es usar la violencia para manifestarse", señaló el ministro Aleuy.
El obispo de la comuna sureña de San Bernardo, Juan Ignacio González, calificó los hechos de "expresiones muy anárquicas".
La visita del papa a Chile tiene como puntos centrales el sufrimiento de los inmigrantes y los pueblos originarios de La Araucanía, donde grupos de mapuches demandan la devolución de tierras ancestrales y periódicamente queman maquinarias agrícolas, camiones y propiedades de empresas forestales.