Desde que se conoció que el diputado Álvaro Arzú Escobar aspiraba a ser el presidente del Congreso, se habló de que su padre, el alcalde capitalino, Álvaro Arzú, era quien impulsaba su candidatura.
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Después de resultar electa la máxima autoridad en el Congreso, Arzú Escobar negó ese extremo y aseguró que su familiar "no pagó, ni hizo ninguna llamada" para promover su postulación.
También descartó que el alcalde capitalino pueda influir en las decisiones que tome al frente del Legislativo.
Él está demasiado ocupado siendo alcalde de la ciudad de Guatemala como para venirse a meter aquí. Cuento con el respaldo moral porque es mi padre, pero las decisiones que tome en el Congreso serán mi responsabilidad", dijo el nuevo presidente en su primer conferencia de prensa.
Antes de que se eligiera a la nueva junta directiva, algunos diputados, desde el anonimato, dijeron que había un ofrecimiento de pago de hasta Q300 mil para apoyar la candidatura del actual presidente del Congreso.
Dejará lo personal en casa
En sus redes sociales, Arzú Escobar ha criticado a Iván Velásquez, titular de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Como presidente del Congreso no lo hará más y se limitará a tener una posición institucional con el comisionado y con la fiscal Thelma Aldana.
Mi opinión personal se queda en mi casa. La relación (con el MP y la CICIG) será institucional. De hecho, el mandato de la CICIG habla de que puedan proponer reformas legales y no tendré ningún problema en analizarlas", aseguró Arzú Escobar.
