El avión del papa Francisco partió esta mañana desde Santiago rumbo a Iquique, a unos mil 800 kilómetros al norte, en el último destino de su visita a Chile. El viaje del pontífice incluyó la capital, Santiago, y la ciudad de Temuco, en el sur del país.
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Al salir de la Nunciatura capitalina, el Papa saludó y agradeció a los periodistas que lo esperaban en las afueras del recinto, antes de emprender viaje a Iquique, foco de inmigración en los últimos años. Se estima que una de cada diez personas que viven en esa ciudad es inmigrante.
Desde la medianoche, entre el mar y las montañas, los fieles acampaban sobre la arena de la Playa Lobito para asistir a la última misa de Francisco.
"Es una maravilla estar aquí para encontrar en Francisco fuerza para salir adelante. Es difícil cuando siento indiferencia o se cierran puertas por ser boliviana", dijo Claudia Escalera, de 31 años, citada por la AFP.
Luego de las manifestaciones contrarias a su visita, sumadas a los ataques dirigidos a iglesias en Santiago y en Temuco, se prevé que el paso del pontífice por Iquique sea más tranquilo.
El Papa concluirá su visita con un encuentro en la Casa de Retiros Nuestra Señora de Lourdes, donde almorzará con el séquito papal y tendrá un encuentro con víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Luego de eso, partirá rumbo a Perú.
