El ministerio de Cultura detalló en un comunicado que el vehículo entró a las Pampas de Nazca a la altura del kilómetro 424 de la carretera Panamericana Sur, ignorando la señalización y “afectando la superficie de la Pampa, incluyendo parte de tres geoglifos de líneas rectas”. El hecho ocurrió el pasado 27 de enero.
“Los vigilantes del ministerio de Cultura, encargados de este sitio arqueológico, intervinieron al infractor, presentando la denuncia ante la Policía Nacional del Perú de Nazca (…) El camión dejó en su trayecto huellas profundas en un área aproximada de unos 100 metros”, agrega la nota.
El ministerio informó que un día después del incidente se realizó una inspección, con presencia de la Policía Nacional de Perú y de la Fiscalía Provincial de Nazca. Una de las figuras más afectadas habría sido el del conocido lagarto.
El conductor del camión fue identificado como Jainer Jesús Flores Vigo, fue detenido por las autoridades y podría dictarse prisión preventiva en su contra. En Perú, el delito por atentar contra el Patrimonio Cultural va de los cuatro a los nueve años de cárcel.
Según medios locales, el señalado argumentó que "no conocía la zona" y que por un "desperfecto" en los neumáticos del vehículo tuvo que ingresar a la denominada zona intangible.
Vehículos pesados tratan constantemente de evitar el pago del peaje, situado unos kilómetros más adelante, tomando vías alternas por áreas que no son transitables.
No es la primera vez que las líneas de Nazca se han visto afectadas. En 2014, activistas de la organización Greenpeace ingresaron al área donde se encuentra el geoglifo del colibrí, y colocaron 45 telas amarillas con el mensaje: "Time for Change! The future is renewable, Greenpeace" ("¡Tiempo de cambio! El futuro es renovable,Greenpeace").
El hecho ocurrió durante la Conferencia de la ONU sobre el clima, que se celebró en Lima en diciembre de ese año.