En un comunicado, la agencia espacial rusa informó que a las 03:07 (GMT) un cohete Soyuz-2.1a "despegó con éxito del cosmódromo Vostochny", precisando que todo "funcionó sin incidentes".
El cohete transportaba hasta su órbita dos satélites rusos de observación de la Tierra, Kanopus-V (nº3 y nº4) y nueve pequeños satélites estadounidenses y alemanes, indicó la agencia.
Rusia, que en 2017 lanzó 19 satélites según la agencia de prensa RIA Novosti, ambiciona lanzar 150 satélites para 2025, a pesar de una serie de reveses que dañaron la reputación de su sector espacial.
A fines de diciembre, Rusia perdió brevemente contacto con el primer satélite angoleño de telecomunicaciones lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán.
El 28 de noviembre, la agencia perdió el contacto con el satélite meteorológico Meteor y varios pequeños satélites tras ser lanzados desde el cosmódromo de Vostochny, que a plazo debe reemplazar al de Baikonur y cuya construcción costó entre 300 mil y 400 mil millones de rublos (entre 5 mil y 6 mil 600 millones de dólares).
Rusia sigue, sin embargo, en el pelotón de cabeza de los países más avanzados en el sector espacial. Posee los únicos cohetes capaces de transportar y repatriar a la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS) a la que proveyó el módulo principal.
Las autoridades afirmaron el 25 de enero contemplar la construcción de una estación espacial rusa a partir de 2019.