“El gabinete ha decidido declarar estado de emergencia para atender a las familias afectadas por inundaciones y mazamorras” (aludes de barro), anunció el presidente Evo Morales en una declaración en la Casa de Gobierno.
Esa declaratoria de emergencia (tras un impetuoso turbión en Cochabamba, centro del país) permitirá a los gobiernos regionales “movilizar los recursos económicos para atender a las familias afectadas por las inundaciones en los municipios que correspondan”, explicó.
El alud, la noche del martes, provocó serios daños en al menos 20 viviendas y dos víctimas. “Hemos confirmado (la mañana del miércoles) la muerte de dos personas, un niño de 12 años, y una persona adulta”, dijo el gobernador de Cochabamba, Iván Canelas.
Morales informó al respecto que la Corporación Andina de Fomento (CAF) ofreció créditos “con facilidades y de manera inmediata” (aunque sin especificar monto) para atender la situación de emergencia en el país, que afectó a unas 50 mil personas, según la oficina de Defensa Civil.
Una semana antes el mandatario, que recorrió varias de las zonas afectadas, había declarado alerta y ordenado a las fuerzas armadas y a la oficina de Defensa Civil “tomar las medidas necesarias para salvaguardar sobre todo la vida de las personas”.
El gobierno ha señalado además que en todo el país hay unos 33 mil cultivos dañados, principalmente de arroz y soja.
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