Los frascos destinados a recoger las muestras antidopaje para los Juegos Olímpicos de Pyeongchang (9-25 de febrero) son "imposibles de manipular" sin dejar rastro, aseguró el miércoles la empresa suiza Berlinger, que ha suministrado más de 4.000 recipientes.
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"Para nosotros, la seguridad de estos productos está garantizada", afirmó la presidenta, Andrea Berlinger Schwyter, durante una visita a su fábrica. "Están equipados de un sistema de cierre de alta tecnología que hemos desarrollado. Cuando lo cierras no se puede abrir sin dejar rastro de manipulación", aseveró.
Esa visita tuvo lugar después de que una investigación hubiera concluido que la nueva generación de frascos, que debía ser utilizada en los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, no era completamente fiable.
"Se ha confirmado que un cierto número de frascos de seguridad de nueva generación BEREG-KIT Geneva eran susceptibles de ser abiertos manualmente sin dejar rastro, estuvieran congelados o no", reconoció la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) el 1 de febrero.
Berlinger, habitual colaborador de instituciones deportivas, afirmó por su parte que se trataba de un "pequeño" número de frascos.
La AMA había anunciado el 28 de enero que había sido informada nueve días antes por el laboratorio de Colonia de que "los frascos podían ser abiertos manualmente después de congelación".
"Otros laboratorios señalaron el problema en las últimas semanas, especialmente el de Gante", había indicado a la AFP una fuente de la lucha antidopaje. "Congelados o no, los frascos podían reabrirse si no estaban bien cerrados", señaló.
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La AMA había recomendado por ello la utilización del modelo antiguo.
En su informe que desveló el sistema de dopaje de Estado en Rusia entre 2011 y 2015, el jurista canadiense Richard McLaren puso en evidencia que durante los Juegos de Sochi-2014 las autoridades rusas habían manipulado las muestras de sus atletas contenidas en los frascos.