El vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, planteará a la oficialista Asamblea Constituyente, que rige el país como un suprapoder y que hasta ahora ha aprobado todas sus decisiones (las más radicales a cargo de Cabello) de forma unánime, la solicitud de adelantar las elecciones parlamentarias.
La Constituyente, desconocida por la oposición y varios gobiernos, ya había adelantado las presidenciales, inicialmente previstas para diciembre. Su presidenta, Delcy Rodríguez, escribió este martes en Twitter que se trabaja en una "propuesta de ley" para todos los poderes, incluido el Legislativo.
Para el gobierno de Nicolás Maduro, el sector mayoritario de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no participará en los comicios "por orden de Estados Unidos", país que, a su juicio, busca derrocarlo mediante un golpe de Estado y una invasión militar apoyada por la oposición.
¿Borrada del mapa?
Según analistas, con el adelanto de elecciones, el chavismo busca sacar provecho de las fracturas en la oposición para perpetuar a Maduro en el poder, pese a la debacle económica con hiperinflación, falta de alimentos y de medicinas.
A cuatro días de la inscripción de candidatos, la MUD no anuncia formalmente si acudirá a las presidenciales, aunque dos de sus mayores partidos, Voluntad Popular (de Leopoldo López) y Primero Justicia (del excandidato Henrique Capriles) rechazaron que la oposición participe, buscando restarle legitimidad a una reelección de Maduro.
"Están viendo la posibilidad de echarle el guante a todos los poderes de una vez, aprovechando que no hay oposición, que la MUD no va a participar y ven la posibilidad de arrasar con todo", declaró el politólogo Luis Salamanca.
Fuentes de la MUD dijeron que la mayoría de partidos que la conforman se marginarán de la votación, pero dirigentes como Henri Falcón, disidente chavista y potencial candidato sostienen que "la salida tiene que ser democrática, constitucional, electoral".
El analista Diego-Moya Ocampos, del IHS Markit (con sede el Londres), calificó la propuesta de Cabello como un "chantaje" del oficialismo frente a la decisión de la MUD de no "prestarse para legitimar una elección presidencial que carece de las mínimas garantías y que (parte de) la comunidad internacional no reconocerá".
La MUD arrasó en las legislativas de diciembre de 2015, poniendo fin a una hegemonía chavista de casi dos décadas. Pero recién iniciada la legislatura, el poder judicial, acusado de servir al gobierno, lo consideró en desacato y nulas todas sus decisiones.
En medio de la polémica, la presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, dijo que el adelanto de las parlamentarias es un asunto "hipotético" y que el organismo avanza en las presidenciales de abril, para lo cual pidió una misión de observación de la ONU.