En el marco de su llegada a Chile para recopilar informaciones útiles concernientes al caso de monseñor Juan Barros, el arzobispo maltés Charles Scicluna, enviado especial del Vaticano, tuvo que ser sometido el miércoles a una cirugía para extirparle la vesícula biliar.
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“Monseñor Scicluna se encuentra actualmente en buenas condiciones, recuperándose satisfactoriamente de la colecistectomía laparoscópica, procedimiento mínimamente invasivo con muy buen pronóstico”, señaló en un comunicado la Clínica San Carlos de Apoquindo de Santiago.
Se espera que el tiempo de recuperación del enviado papal sea de 48 a 72 horas, agregó.
La extirpación se realizó tras un diagnóstico de una probable colecistitis aguda, que fue confirmada por diferentes exámenes médicos.
Scicluna arrastraba la dolencia desde antes de llegar a Chile y esta se manifestó el martes, pese a la cual el arzobispo continuó con con las entrevistas que tenía programadas.
Pese a la dolencia de Scicluna, el papa Francisco comunicó hoy a la Conferencia Episcopal que el proceso de encuentros con las víctimas continuará de acuerdo con la agenda y se extenderá hasta el viernes, como estaba previsto. Las entrevistas estarán a cargo del sacerdote español Jordi Bertomeu, miembro de la Congregación de la Fe, y quien hasta ahora había ejercido como notario y traductor para el arzobispo maltés.
El portavoz de la Conferencia, Jaime Coiro, informó que un sacerdote de su confianza está viajando a Chile para asistirlo.
El caso
El arzobispo maltés llegó a Chile con el encargo de recopilar informaciones concernientes a Barros, obispo de Osorno acusado de encubrir los abusos cometidos por el sacerdote Fernando Karadima, el cura pedófilo más conocido de Chile.
Barros ha estado en el centro de la polémica desde que el papa Francisco lo defendió en enero, durante su visita al país sudamericano, al asegurar que no había evidencia en su contra y que se trataba de “calumnias”.
Las declaraciones del pontífice fueron interpretadas por muchos como un cuestionamiento a los testimonios de las víctimas.
La agenda prevista para el miércoles se mantiene a no ser que las personas citadas muestren su deseo de cancelar las entrevistas, algo que a primera hora no había ocurrido.
*Con información de AP.