Durante más de 60 años, el reverendo Billy Graham ejerció su influencia espiritual sobre protestantes estadounidenses y del mundo entero, así como sobre unos 12 presidentes, desde Harry Truman hasta Barack Obama.
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"Hoy le agradecemos por esta vida extraordinaria y es muy bueno que lo hagamos aquí, bajo la cúpula del Capitolio, donde se conserva la memoria del pueblo estadounidense", dijo el presidente Donald Trump en la ceremonia llevada a cabo este miércoles, a la que asistió la familia del fallecido pastor y autoridades políticas.
Desde la mañana, una multitud estaba presente en la explanada del Capitolio para dar su último adiós.
Su ataúd se expondrá durante dos días en una capilla bajo la cúpula del icónico lugar, un tributo normalmente reservado para mandatarios y altos funcionarios políticos o militares. Es apenas el cuarto ciudadano privado en ser honrado de esta manera.
De salud frágil en los últimos años, Graham padecía la enfermedad de Parkinson y cáncer de próstata. Tras una revelación religiosa a los 16 años de edad, rápidamente atrajo multitudes gracias a su carisma, su voz resonante y su predicación entusiasta, convirtiéndose en una verdadera "celebridad" religiosa.
"Esa elección no solo cambió la vida de Billy", dijo Trump durante la ceremonia. "Cambió nuestras vidas. Cambió nuestro país, y cambió, de hecho, todo el mundo".
El mandatario y el vicepresidente, Mike Pence, planean asistir al funeral de Graham el viernes en Charlotte, Carolina del Norte.
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*Con información de AFP
