La lucha contra la corrupción en Guatemala recién empieza, advirtió el viernes en Nueva York la fiscal general Thelma Aldana, cuyas investigaciones derribaron al expresidente Otto Pérez Molina y a varios otros exfuncionarios.
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"La gente no está aburrida en Guatemala. La gente está cansada, está indignada" por la corrupción política pero "apenas estamos empezando en la lucha contra la corrupción, a la que se suman cada vez más guatemaltecas y guatemaltecos", dijo Aldana en un seminario organizado por la organización Sociedad de las Américas/Consejo de las Américas.
Aldana agradeció el apoyo que le presta la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente dependiente de la ONU, pero sostuvo que el sistema judicial guatemalteco "es débil" y tiene históricamente un presupuesto demasiado bajo, diseñado para mantener la impunidad de los más poderosos.
"Es un sistema de justicia diseñado por los políticos para generar impunidad", lamentó tras recordar que "el 90% del país no tiene acceso al sistema de justicia penal" porque solo 39 de los 340 municipios cuentan con una fiscalía.
Trabajo MP-CICIG
Aldana ha sido clave en una inédita lucha contra la corrupción en Guatemala, luego de que en 2015 la fiscalía revelara una estafa en las aduanas que involucraba a integrantes del gobierno del entonces presidente Otto Pérez Molina (2012-2015). El mandatario se vio obligado a renunciar en medio de protestas ciudadanas, y luego fue encarcelado.
Pérez y su vicepresidenta Roxana Baldetti, también en prisión y a la espera de un juicio, son señalados como cabecillas del fraude.
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Aldana ha afirmado que el actual presidente de Guatemala, Jimmy Morales, no es un aliado en la lucha contra la corrupción, después de que este intentara expulsar del país al jefe de la Cicig, el exjuez colombiano Iván Velásquez, que pidió investigar al mandatario por sospechas de financiación ilegal en su campaña electoral.
En 2019 hay elecciones generales en Guatemala, y "si podemos avanzar en un financiamiento electoral lícito, podremos pensar que estamos construyendo un nuevo país", sostuvo Aldana.
"Hemos demostrado que la lucha contra la corrupción es posible" y esto "ha deSpertado la conciencia colectiva", apuntó Velázquez en el mismo seminario.
El jefe de la Cicig llamó a "generar una cultura de la consecuencia", tener por lo menos el temor de que cometer un crimen será castigado. "Esa es la vía para la cultura de la legalidad", estimó.
