Las calles de Jocotenango, Sacatepéquez, se llenaron de fervor, así como olores, colores y sabores de la época, con la salida del magno cortejo procesional de Jesús Nazareno de Jocotenango, El Dulce Rabí y Santísima Virgen de Dolores del templo Nuestra Señora de la Asunción.
Bajo un inclemente sol y filas interminables de cucuruchos con el riguroso morado, los monumentales muebles procesionales recorrieron las calles y avenidas de Jocotenango, así como de la mítica Antigua Guatemala.
Las imágenes del apóstol San Juan y de Santa María Magdalena, cerraban el cortejo procesional, antecedidas por la Virgen de Dolores.
Elaboran alfombras
Cientos de vecinos de domicilios aledaños al templo realizaron las tradicionales alfombras con mucho ingenio. Es de resaltar que muchas de ellas son unos verdaderos huertos.
Una de las primeras alfombras ofrecidas al nazareno mostraba una réplica de la procesión al pasar por el Arco de Santa Catalina.
La creatividad de los vecinos, inspirado por el fervor hacia las imágenes de pasión, tienen como resultado grandes elaboraciones de alfombras.