La marcha por el Día internacional de la mujer de este año fue diferente.
Desde temprana hora María Eugenia y Ana Lucrecia Molina Theissen junto con un grupo de mujeres llegaron a las afueras de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para exigir una sentencia por la desaparición de su hermano Marco Antonio, quien fue secuestrado cuando tenía 14 años.
La semana pasada, después de 34 años de la desaparición del adolescente, el Tribunal de Mayor Riesgo C empezó un juicio en contra de Manuel Benedicto Lucas García y otros cuatro militares retirados.
Justicia para las víctimas
Después de la conmemoración en la CSJ, las mujeres caminaron sobre la 6a. avenida de la zona 1 y exigieron justicia para las adolescentes víctimas del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción.
Las organizaciones que integran la Coordinadora 8 de Marzo elaboraron una carroza, la cual adornaron con piñatas en forma de niñas, las cuales llevaban impreso el nombre de las 41 menores de edad que murieron en el siniestro.
Al llegar al “altar de las niñas”, ubicado en la Plaza de la Constitución, se hizo una ceremonia de fuego en la que se pidió justicia. En el ritual participaron varios de los familiares de las adolescentes.
Piden aprobar dos leyes
Un grupo de mujeres que participaba en la marcha llegó al Congreso para pedirles a los diputados la aprobación de la ley de identidad de género.
La iniciativa busca que el Estado reconozca los derechos de igualdad y de no discriminación de las personas trans, el reconocimiento de la personalidad jurídica, de la libertad de opinión y de expresión.
También se pidió la aprobación de la ley que le otorga un registro de propiedad colectiva de los textiles mayas a las comunidades indígenas para protegerlos contra la piratería y así evitar el lucro de las empresas.
Análisis
PDH: “Persisten hallazgos del incendio”
En febrero se realizó una supervisión integral a 40 hogares, 11 a cargo de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), de protección y de abrigo provisional a los niños y los adolescentes provenientes del Hogar Seguro.
Tuvimos información de casos de posible maltrato, por lo que se remitieron las denuncias correspondientes. Se observó la falta de espacios físicos para la recreación de los menores y de áreas para recibir a sus visitas.
Se constató que solo tres hogares tienen condiciones aceptables de accesibilidad para personas con discapacidad y solo en la misma cantidad de los hogares se observó la presencia de extintores en lugares accesibles. El personal que labora en esos refugios no cuenta con la capacitación requerida para el manejo de los apaga fuegos.
Los hallazgos permiten percibir que varios de los elementos que provocaron la tragedia en el Hogar Seguro persisten en los internados estatales.