Después de más de tres días de protestar en el ingreso del parqueo del Congreso para rechazar reformas a la Ley de Antejuicio y la prohibición de las manifestaciones, los ciudadanos que impedían el paso a los diputados se retiraron voluntariamente.
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Sin embargo, el presidente del Congreso, Álvaro Arzú Escobar, solicitó al ministro de Gobernación, Enrique Degenhart, la movilización de esas personas.
El diputado Fernando Linares Beltranena solicitó denunciar a los manifestantes de varios delitos, ya que según él si estuviera en Estados Unidos no podría encadenarse en la Casa Blanca.