Minutos después de que se anunciara la destitución de Rex Tillerson del cargo de secretario de Estado, el presidente Donald Trump compareció ante los medios y explicó, de forma breve, las razones de su decisión.
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El mandatario aludió al acuerdo con Irán y a otras desavenencias como los motivos que le llevaron a prescindir de Tillerson, a quien calificó de "buen hombre".
"Rex (Tillerson) es un buen hombre. Me cae muy bien. Realmente aprecio su compromiso y su servicio, y estaré hablando con él muy pronto", dijo Trump, explicando que fue él mismo quien tomó la decisión.
En cuanto a Mike Pompeo, flamante reemplazo de Tillerson al frente de la diplomacia estadounidense, el mandatario tuvo palabras de elogio para él.
"He trabajado con Mike Pompeo por algún tiempo. La relación ha sido muy buena (…) es la persona adecuada para el trabajo en este momento crítico", comentó el presidente.
Pompeo, quien hasta ahora era jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) será sustituido, a su vez, por Gina Haspel, quien se convierte en la primera mujer en dirigir la institución.
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Según fuentes cercanas a la Casa Blanca, Trump quería reestructurar su equipo antes de las conversaciones con Corea del Norte.
En su intervención, previa a realizar su primer viaje como presidente a California, Trump tuvo pocas palabras de elogio para Tillerson, quien desde la semana pasada se encontraba de gira por África. Después del anunció, suspendió su agenda argumentando estar "indispuesto" y acortó su viaje para poder regresar a Washington.
En una seguidilla de tuits, el subsecretario de Estado para Asuntos Públicos, Steve Goldstein, aseguró que Tillerson no habló con Trump y que desconocía las razones de su destitución.
"El secretario no habló con el presidente esta mañana y desconoce el motivo (de su salida), pero está agradecido por la oportunidad de servir, y todavía cree firmemente que el servicio público es una vocación noble", apuntó Goldstein.
La gestión de Tillerson como jefe de la diplomacia estadounidense fue, con frecuencia, marcada por rumores de que estaba a punto de ser despedido, mismos que se confirmaron este martes.
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Apunta a Rusia
Preguntado por la prensa sobre el caso del ex espía ruso envenenado en el Reino Unido, el presidente Trump respaldó la teoría de que la propia Rusia pueda estar detrás del ataque.
"Parece que podría ser Rusia, basado en toda la evidencia que ellos tienen", dijo el magnate a los periodistas en uno de los jardines de la Casa Blanca. También reveló que tiene en agenda una conversación con la primera ministra británica, Theresa May.
"No sé si han llegado a una conclusión, pero ella (May) me llamará hoy (…) Me parece que ellos creen que fue Rusia, y yo obviamente voy a considerar sus conclusiones. Una vez que tengamos los hechos concretos, si estamos de acuerdo con ello, entonces vamos a condenar a Rusia o a quien sea".
May dio a Rusia hasta la medianoche del martes para explicar su relación con el atentado con gas nervioso en contra de Serguéi Skripal y su hija Yulia, en el que también resultó afectado un policía británico.
En respuesta, la embajada de Moscú en el Reino Unido se declaró "inocente" y señaló que "la actual política del gobierno británico hacia Rusia es un juego muy peligroso que se juega con la opinión pública" y que "entraña el riesgo de consecuencias más serias a largo plazo para nuestras relaciones".
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El Consejo Nacional de Seguridad (NSC) británico tiene prevista una reunión el miércoles para dar una respuesta a Rusia si esta no ofrece explicaciones satisfactorias sobre el incidente.
