El servicio de emergencia del condado informó que transportó al hospital a dos hombres que resultaron seriamente heridos, ambos de unos veinte años de edad, luego de informaciones que daban cuenta de una explosión hacia las 20:30 del domingo (hora local).
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Las autoridades acordonaron un radio de 0.8 kilómetros de un barrio residencial de la capital de Texas y pidieron a los residentes que permanezcan en casa hasta nuevo aviso.
La policía no dio precisiones sobre la identidad de los heridos, su raza u origen, aunque privilegia la pista de crímenes de odio racial. Según se informó horas más tarde, sin embargo, las víctimas se encontraban en buen estado.
Se trata del cuarto caso de un paquete bomba registrado en Austin. El primero, ocurrido el 2 de marzo, provocó la muerte de un hombre de 39 años, mientras que el segundo causó, registrado diez días más tarde, el 12 de marzo, derivó en la muerte de un joven de 17 años.
Esa misma fecha, un tercer paquete explosivo dejó dos mujeres heridas, una de ellas gravemente, una hispana de 72 años.
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"Permanezcan en casa hasta que podamos determinar si este barrio está libre de peligro", declaró el jefe de policía de Austin, Brian Manley, el domingo por la noche.
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Trampa
La policía estableció una conexión con los ataques previos. En cada caso, los paquetes han sido abandonados directamente en el lugar y no entregados por correo. Además, se conoce que fueron fabricados con componentes de venta libre en ferreterías.
En una conferencia de prensa posterior realizada este lunes, Manley explicó, sin embargo, que el explosivo del domingo podría haber sido activado por un cable trampa, a diferencia de las bombas anteriores.
Es "muy posible" que haya sido "activado por alguien que manipule, patee o entre en contacto con un cable trampa que activó el dispositivo", destacó el jefe policial. "Eso cambia las cosas", opinó.
"Ahora necesitamos tener un nivel extra de vigilancia y prestar atención a cualquier dispositivo sospechoso, ya sea un paquete, una bolsa, una mochila, cualquier cosa que parezca fuera de lugar".
Se busca
Una fuerza especial de centenares de policías trabaja en el caso, incluso con apoyo de expertos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego (ATF).
El domingo, Manley envió un mensaje al autor o autores de los ataques: "Queremos comprender lo que le llevó a hacer eso y queremos escucharle".
La policía anunció que la recompensa ofrecida por cualquier información que conduzca al arresto del o los responsables aumentó a 115 mil dólares.
El Austin-American Statesman, principal periódico de Austin, indicó que desde que comenzaron las explosiones, la policía ha respondido a unas 700 llamadas de paquetes sospechosos.
*Con información de AFP
