Las previsiones de la ONU para la disponibilidad de los recursos hídricos no son alentadoras.
Según el informe divulgado el lunes en el Foro Mundial del Agua, en Brasilia, la demanda de agua crecerá un 30 % para 2050. El consumo global va a pasar de 4 mil 600 km3 al año, a 6 mil km3 al año.
Entre los principales aumentos previstos están la demanda para uso doméstico de agua, que hoy corresponde al 10 % de toda la captación del mundo, y para producción energética y agrícola. El crecimiento del uso de agua para la producción de alimentos puede llegar al 60 %.
Las capturas de agua dirigidas a la irrigación, por otra parte, son la principal causa de la reducción de los niveles de agua subterránea (un tercio de los mayores sistemas ya está en peligro).
Solución
La propuesta de la ONU, en un esperado pacto global, es apostar por soluciones “basadas en la propia naturaleza”, como la reforestación, el aprovechamiento del agua de lluvia y las técnicas de cultivo que reducen la necesidad de irrigación y preservan el suelo.
En el caso de las ciudades, Naciones Unidas incentiva la expansión de proyectos de infraestructura verde, los llamados “green buildings” (“edificios verdes”), en los que tejados, paredes y muros son cubiertos o sustituidos por plantas.
En su primera visita a América Latina, la directora general de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura), Audrey Azoulay, defendió la colaboración con pequeñas comunidades agrícolas del mundo, en países como Madagascar, donde productores usan métodos tradicionales, sin aditivos químicos y con ahorro de agua.
“Estas comunidades tradicionales ofrecen el conocimiento de los sistemas de agua local y cómo utilizar la naturaleza que hemos perdido”,
“El mensaje de este informe está claro. Ahora es el momento de actuar y esta acción debe ser usando la naturaleza a nuestro favor, y no contra nosotros”, dijo Azoulay.